Estimado Monmar, muy agradecido por tu ánimo y tu apoyo. Supongo que te refieres a mi silencio, a la falta de entradas en mi blog desde hace algún tiempo. Ese silencio se debe, en parte, a que poco más podría añadir a lo ya dicho, me repetiría. Parece que he agotado mi 'repertorio'. Por lo demás, hay muchas cosas en el blog, están pensadas también para el futuro. Su validez, quiero decir. Espero haberlo logrado.
En cuanto al islam, me alegraría infinitamente que esos textos míos contribuyesen en algo a su destrucción, a su aniquilación. Están forjados con esa intención.
Este desánimo que tu adviertes (no excesivo, hay que decir) tiene que ver con el agotamiento de ciertas formas. Desde luego que se trata de seguir denunciando, y desmitificando, y proyectando luz sobre el absurdo y tenebroso islam. Que todos los europeos estemos avisados. Esta labor me parece imprescindible. Pero sucede que nos pasamos el día 'disparando' contra un monstruo al que nuestras instituciones politicas, jurídicas, o culturales, se complacen en sanar, engordar, y proteger. El monstruo crece y se hace más fuerte cada día. Nuestra labor es vana.
Nuestros gobernantes, nuestra clase política, nuestros 'poderosos', ignoran o niegan la invasión (demográfica, ideológica, cultural) que estamos padeciendo; no sólo no cuidan o previenen, sino que multiplican las alianzas con el invasor, dentro y fuera. Por ignorancia (culpable), por ingenuidad (necedad), por descuido o dejación (negligencia criminal), por cobardía (temor al enfrentamiento), por incompetencia (torpeza), por intereses (económicos, por ejemplo), por connivencia (complicidad). El pueblo, pues, está solo, desprotegido, abandonado, indefenso. La oposición al islam en nuestras tierras está incluso desprestigiada; moralmente, socialmente, culturalmente, políticamente... públicamente desprestigiada. Pronto estará ilegalizada. Se nos prohibirá la crítica o censura al islamofascismo, así como al miserable e intolerable comportamiento fascista de sus seguidores, de la 'umma'. Esto es lo próximo. Estamos solos y con viento contrario. Cuesta arriba lo tenemos, amigo.
Es esta sensación de inutilidad, y de impotencia. Nuestra falta de proyección (el anti-islamismo), nuestra mala imagen; la ausencia de medidas eficaces contra esta invasión -que se ignora o se niega sistemáticamente; nuestra mediocre clase política... Si todo continúa como hasta ahora, lo conseguirán, se harán con Europa.
Las circunstanciaas históricas que vivimos requieren otro tipo de políticos, de gobernantes, de intelectuales... de pueblo, me atrevería a decir. Sentir la madre-patria europea, sentir la ofensa y el peligro que supone la masiva presencia de estos musulmanes asiáticos y africanos en nuestra Europa. Sentir Europa como nuestra tierra sagrada, la tierra sagrada de los europeos milenarios.
Cualquier diferencia, cualquier querella, debe ser apartada en estos momentos. Ahora Europa y los europeos no tenemos sino un solo enemigo, y es el islam.
Que nadie dude del carácter histórico de las circunstancias que estamos viviendo, de la importancia de los momentos presentes. Los europeos de las presentes y la próximas (muy pocas) generaciones nos jugamos nuestro futuro, nuesto ser. Es un período épico-histórico el que vivimos.
Tenemos que avanzar en nuestra lucha contra el islam. Otro nivel. Hasta ahora no ha habido estrategia (conjunta, coordinada, quiero decir). Hay, sin embargo, coordinación y estrategia en todos los actos del islam en Europa (y en el mundo). Y desde hace años. Tienen claro el qué y el cómo; el objetivo, y la estrategia a seguir. En tanto no alcancemos ese nivel estaremos en desventaja.
Es importante la unidad de los europeos, o al menos de los europeos anti-islamistas. Es necesario que veamos nuestra fuerza, que conozcamos nuestra fuerza. Con quién contamos, quiénes somos, cuántos somos. Necesitamos una coalición anti-islamista a nivel europeo. Acciones concertadas en toda Europa (la Occidental y la Oriental; Londres, Moscú, Berlín, o Hensinki). Sincronizadas. Acciones. El paso a la acción. Estrategias de acción, y de difusión (carteles, medios de comunicación, comunicados...). Una ofensiva verbal, jurídica, política, cultural... social, de masas; en toda Europa. Que se note nuestra presencia. Una presencia unificada. Consignas unificadas, estandartes unificados... 'Una' respuesta masiva. Antes que nos impidan la palabra y la acción. El tiempo apremia.
Me repito, como ves. Nos repetimos. En este asunto hay poco ya que decir, y mucho, todo por hacer.
Me despido, gracias de nuevo; a ti y a todos aquellos que me han mostrado su solidaridad aquí en el blog, o en correos personales.
Hasta la próxima,
Manu
sábado, 3 de abril de 2010
19) Sobre el desánimo en la lucha
Sobre el desánimo en la lucha. Respuesta a un amigo.
Manu Rodríguez. Desde Europa (03/04/10).
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Muchísimas gracias por tu amable carta, disculpa mi tardanza en percatarme de su existencia, sinceramente no creo merecerla.
ResponderEliminarComo estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas y además me parece acertadísimo, te invito a leer la respuesta aquí: http://alianzacivilizaciones.blogspot.com/2010/04/sobre-el-desanimo-en-la-lucha-contra.html y si te parece oportuno comentar mi intervención.
También te ofrezco mi Blog, compartirlo contigo será un honor, cuando quieras, te apetezca, o necesites dar una noticia.
Hasta pronto
Monmar