Genogramas
XXIV.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (24/12/19).
*****
1.
Configuraciones
contingentes de materia
viva.
La materia viva no aparece sino
envuelta,
protegida, corporeizada…
siquiera
sea en las cápsides víricas.
En
todo momento genouma y soma.
2.
Fonones
que devienen fotones;
fonemas
que devienen grafemas.
Actualizados,
fijados por la escritura.
En
tanto hablados, efímeros, virtuales.
Estallidos
en el silencio. Fogonazos
en
la oscuridad. Átomos en el vacío.
Sonoros,
luminosos… Metáboles de la nada.
Con
la escritura logramos fijar
la
palabra, la lengua. Esa praxis.
3.
La
hoja en blanco, la tablilla, los soportes.
Los
genogramas no tienen por qué ceñirse
a
unidades geométricas (puntos, líneas…).
Pueden
usarse todo tipo de elementos: personas,
árboles,
edificios, elementos cualesquiera
coloreados
y dispuestos en orden de escritura.
Una
pintura, o una escultura, cifradas.
Puedo
ordenar un espacio cromático
según
una palabra, una expresión.
A
primera vista una reunión de elementos
cualesquiera
coloreados, ordenados,
dispuestos de una manera determinada.
En
un segundo momento es un término,
o una
expresión. Pueden usarse edificios,
casas,
calles… indumentaria…
Permite
grafías propias y múltiples. Cada
cual
tendría su propia letra, como decimos
de
la escritura ordinaria. Pero además, una sola
palabra
puede ser realizada –con la misma grafía–
de
muy diversas formas. Respetando la secuencia
propia
de la palabra o la frase, estas pueden ser
pintadas-escritas
de maneras cada vez distintas.
Los
límites de su ‘estilización’, podríamos
decir,
son los límites de su legibilidad.
Una
praxis colectiva estimulante. Hermosa
y
buena. Plural. Que no atenaza, que no obliga.
Que
nos invita a explorar límites; a crear.
Una
composición que dijera esto:
“Nosotros
somos genogramas”.
O:
“Lo que ves son genogramas”.
La
expresión contiene una información
autoalusiva,
autorreferencial.
“Tú,
que miras, atiende.
Somos
genogramas.
Estás
leyendo genogramas”.
4.
Es
preciso atender a las refracciones
de
la palabra o la frase. Tienes
que
poner de tu parte, querido lector.
Metabolitos
verbales solos, aislados.
Formas
visibles, decibles, pensables.
5.
El
‘problema’ de la palabra es que no ves
una
sustancia (forma y contenido), sino
una
forma. Su contenido es relativo
al
discurso. La palabra se debe al discurso.
Una
forma, y unos contenidos virtuales.
No
es que su significado sea borroso o vago
sino,
sencillamente, indeterminado. La palabra
(su
significado) se debe a la frase, la frase (su sentido)
se debe al texto, y el texto se debe al contexto.
La
palabra, o la frase, actúan como
atractores
de sus variados usos o acepciones.
Campo
de referencia, lugar, situación,
momento…
Los múltiples parámetros
que
determinan el significado y el sentido
de
términos y expresiones.
El
decir múltiple; el escuchar múltiple.
El
escribir; el leer. Es poner, es asignar.
Querido
lector. Aprende el hablar
y
el escuchar múltiples.
6.
Desde
las primeras cápsides o envolturas;
desde
los primeros momentos combatimos.
Todos
los problemas físicos o físico-químicos
están
resueltos o camino de resolver.
La
locomoción. La natación y el vuelo. Todo
tipo
de metabolismo –respiración, digestión…
Modos
diversos de reproducción, de reproducirse
–solos
o intercambiando material genético
propio
con semejantes complementarios.
Vencer,
superar… Los obstáculos físicos
y
físico-químicos del medio. Temperatura,
gravedad,
presión, atmósfera, agentes
químicos
diversos, agresivos…
Esparcido
o enucleado, el genouma controla,
decide,
se mueve, va… en todo momento.
7.
El
genouma sabe y quiere saber. La lengua
es
un modo de aprehensión del entorno
y
de nosotros mismos. Decir el mundo
en
el que venimos a ser. En el que somos.
El
medio físico y físico-químico
y
nosotros, la vida.
Nosotros
somos la vida, sin duda. La vida
que
dice y se dice. La vida es inteligencia,
es
lenguaje, es conocimiento, es expresión,
creación.
Es pasión y deseo y anhelo infinito.
Es
luz.
Su
excepcionalidad, su fragilidad. Su potencia,
empero,
de intelección, de apercepción,
de
manipulación del medio –la superación
del
medio, el habilitar el planeta para sí.
El
planeta es una plataforma para nosotros.
El
sistema solar hemos de recorrer, y poblar,
habilitar,
en la medida de lo posible.
El
sistema solar es nuestro hogar, la heliosfera.
Partiendo
de la sustancia genética.
Desde
la sustancia genética.
Como
sustancia genética.
Que
falta de honestidad, de pureza, de luz
de
largo alcance. Deshonestos, inmundos,
tenebrosos.
¿Cómo? ¿Por qué? Perversos,
enfermos,
tanátidas, fúnebres, macabros.
Los
sacerdotes, las religiones de salvación.
La
‘hermandad’. Los castrados. Los que odian
la
vida. Los que aman la muerte. Los eunucos.
Los
sombríos. La fuga, la huida, la muerte
como
salvación. No vivir, no volver a vivir.
Estas
son las ‘éticas’, los discursos
‘últimos’
que se nos ofrecen.
Está
claro que no todo es amor y creación…
Que
hay tendencia a la muerte, al no-ser,
al
vacío… a las tinieblas. Eros maldito.
La
vida, el amor, la generación, la luz,
la
claridad, la verdad… proscritas, como
malditas,
mal nombradas, mancilladas,
desconocidas,
mal vistas o conceptuadas,
marginadas,
menospreciadas, vilipendiadas,
minusvaloradas…
Cuando no perseguidas,
prohibidas,
aniquiladas… En el nombre
del
amor, de la luz, de la verdad…
La
vida no tiene otro adversario, se diría.
Estos
canallas que hablan el lenguaje
de
la vida son el adversario de la vida.
Se
nos presentan como defensores de la vida.
Como
pro-vida. Pese a su prédica de auto-castración
(la
castidad como virtud suprema). Ese núcleo
horrible
evidencia su origen, su ser.
Son
el obstáculo mayor, el adversario mayor
que
puede tener la propia vida. Es vida afectada,
tocada
por la muerte, enferma, que no quiere vivir,
que
no ama la vida. Que murmura contra la vida.
Que
roe las raíces mismas del árbol de la vida.
Tánatos
adopta desde que nace las palabras
de
Eros. Las tinieblas hablan de luz.
La
muerte habla de la vida y del amor.
*****
Saludos,
Manu
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