Genogramas XL.
Manu Rodríguez. Desde Gaiia (29/08/20).
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1. Un cambio en el medio simbólico es un cambio en la esencia, en el ser. Es un cambio de envoltura simbólica. Da lugar a un nuevo ser de palabra, a un nuevo ser simbólico. El aire que respiramos en este nuevo período. La nueva tierra. El medio simbólico ha cambiado. El modo que vemos lo que vemos…. Es de otro modo que vemos, que caminamos, que vamos… Nuestros pensamientos son otros, nuestras palabras, nuestros gestos. Como mutantes, ajenos, extraños, diversos, otros… los nuevos seres simbólicos.
2. Llega la hora de la esporulación, de la diseminación de las nuevas síntesis; de la nueva luz, del nuevo aire, de la nueva tierra, del nuevo mundo; del nuevo medio simbólico.
3. El soma celeste es el fluido simbólico, el ‘corpus lingüístico-cultural. El fluido de la palabra, del conocimiento, de la reflexión. Protege, tutela, guía, cobija. El soma simbólico es asimilable, metabolizable, sintetizable. Simbolemas y culturemas. Términos y expresiones simbólicas. Espacio simbólico. Hogar del espíritu, del genouma. Materia impalpable. Espacio indetectable. Omnipresente, omniabarcador. El soma celeste. La madre patria simbólica. Esa filiación. El ser simbólico. La atmósfera simbólica. El agua simbólica. Los frutos, los alimentos simbólicos. El espacio, la plataforma, la nave simbólica. Cielo y tierra, mundo.
4. Toda actividad se convierte en nodo, centro, punto de encuentro de cielo y tierra. En sagrada. Toda actividad se realiza en el cielo y en la tierra. Ciertamente, el ombligo del mundo, raíz del mundo. Las raíces del acto fortalecen la tierra; sus ramas y frutos llenan la atmósfera; su cima soporta la bóveda y consolida el cielo.
5. Es el agua, la atmósfera, la luz. El día y la noche. La tarde y la mañana. Es la tierra, la roca, el medio abiótico; el duro, el hostil, el riguroso suelo. Árido, seco, yerto. Cuando surge la criatura de las aguas. El señor de las criaturas. Xenus. Xenous. Nos. Las bases nucléicas, los ases poderosos. Es sustancia viviente que llueve, que cae, que viene, que llega, que surge. En las aguas, en la tierra. Cuando al principio. Cuando las primeras criaturas. Cuando entre nosotros. Cuando el umbral de la lengua y la cultura. Cuando la memoria. Cuando el soma celeste. Cuando ese aire, esa agua, esa tierra… surgieron. Es obra de la sustancia viviente única. Es nuestra obra. Nos es la fuente, el origen. Es la sustancia creadora. Es única. Es el ser. El único ser. Virtualmente imperecedero, inmortal. Su casa es el cosmos. Es un modo universal. Poblamos el cosmos. Nos es la sustancia viviente en el mundo. La vida, pues, es condición, es determinación, es destino. Las moléculas de la vida. Las moléculas vivientes. Sustancia inherente al cosmos. Destinada a ser. La vida es el vértice de este cosmos siemprevivo. Es la espuma, el perfume, la flor. La corona del universo-mundo. Es la quintaesencia esparcida por todo el cosmos. En los soles, en las heliosferas. Vida e inteligencia son una misma cosa. La potencia creativa. Desde las primeras criaturas muestra su poder. Habilita, acondiciona un planeta; modifica el aire, la temperatura, la luz… Es la misma sustancia que siente, percibe, quiere, piensa, puede, hace, crea… ama. Es actividad pura. Es el único actor. El único soporte. El único sujeto. La única sustancia que subyace en las criaturas; lo único vivo en las criaturas. No hay otra sustancia. Es la sola y única sustancia. El genouma. El que mira, el que escucha, el que reflexiona… El ser genético. El sujeto de toda actividad en las criaturas. No hay otro que el ser. En toda criatura, en toda actividad. La sustancia viviente única. Las novedades que desde ahora tenemos. Más allá de hombres y pueblos. Todo ha quedado pequeño y caduco, y remoto. Cuando se llega a Nos, a Xenous. El planeta es la plataforma. El agua, el aire, la luz, el suelo… Es como vida que ahora miramos, no como criatura, sino como creador. La criatura, la forma, el cariotipo específico; la apariencia, la envoltura, el fenotipo… el hombre mismo es nada. El creador, la sustancia creadora lo es todo. Ni hombres ni pueblos son nada al lado del creador. Ya no es hora de pueblos o naciones. Ni aún del hombre o la humanidad. Es la hora de la sustancia viviente única. La tierra, la roca, el agua, el aire, la luz… Es la heliosfera en su conjunto. El hogar, la sede de la vida. Es como Xenous que hemos de ir, de mirar, de ver y sentir, de pensar y hacer, de amar. Nos, la sustancia viviente única. El ser único. Genousse y Genoussin. El héroe, la heroína, es la misma vida.
6. La batalla, la victoria de Isua. La batalla de la vida. Contra lo inerte, lo muerto, lo frío. En el vacío, en el abismo. Gravedad. Presión. Temperatura. Atmósfera. Ciclos de luz, de temperaturas…
7. La épica de la misma vida. La habilitación del planeta. La ‘creación’. Lo sublime, lo elevado. Nosotros somos la vida. La misma vida que venció en Isua hace casi cuatro mil millones de años.
8. Se puede decir que la tierra está tan contaminada como el cielo. El cielo tan contaminado como la tierra. Mundo impuro, en suma. Arrojamos basura, respiramos basura. Contaminamos sin pudor tierra y cielo. La atmósfera impura que respiramos. Es una conducta generalizada que afecta a todos los órdenes, a todos los ciclos. Una actitud, una conducta. Es también una civilización, o una fase que se destaca por el desorden. Nada prevalece. Nada vale. De este caos no emerge ningún orden. Nada se funda. Nada permanece. Atmósfera corrosiva. El descuido, la negligencia, en todos los órdenes. Se admite un alto grado de mezcla no productiva de impurezas parásitas, de hollín, de polvo. Falta transparencia. Atmósfera turbia. Aire turbio. Esta fase donde la luz y las tinieblas se confunden, se mezclan. Ruido. La información no nos llega en su pureza. Medio enrarecido; impuro.
9. Una victoria como la de Isua, como la de entonces, necesitamos ahora. Contra las fuerzas, contra el poder, contra la magia del pasado neolítico.
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Hasta la próxima,
Manu
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