Genogramas
XVI.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (24/08/19).
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1.
La
dama hizo un movimiento
tan
bello, y su expresión adquirió
un aspecto tan refinado…
Su
cuerpo llameaba sosegadamente,
con
golpes suaves de temblor,
un
tic-tac suave.
Fórmulas
rítmicas. El recitado,
la
expresión corporal. El semblante.
La
mirada, la voz.
Cuerpos
como llamas,
transparentes
llamas.
Todo
lo muestran.
Nada
ocultan.
Cuerpos
que proyectan.
Seres,
unidades palpitantes,
llameantes,
expresivas, vivas.
¿Designaríamos
un determinado
ritmo
en el titilar de la llama
como
un estado vivencial?
Estados
vivenciales sucesivos.
Los
cuerpos. Las llamas.
2.
Ejecución
a varios parámetros.
Al
unísono. El sujeto carraspea,
se
compone la voz. El cuerpo
adopta
la pose acorde con el decir.
Todo
se armoniza. Trino y postura.
Poner
el pico al aire. La postura
fervorosa
y devota. Al aire
de
la lengua y la cultura.
3.
La
actitud enamorada.
La
voz encendida.
El
ardiente momento
que
se vive.
Balbuceante,
temeroso,
aturdido.
4.
La
conducta religada.
Su
cotidiano vivir;
su
actitud de atención
continuada
al lugar.
Se
desvive por el lugar.
Piensa
en ello noche y día.
Uno
que no descansa,
que
no duerme.
Uno
que vela; uno que,
encendido,
vela.
5.
Posee
lo propio.
Ten
lo tuyo. Tente.
Poséete.
Reposa en ti.
Descansa
en ti.
Atente.
6.
Todo
lo que articula la ciudad.
Como
tablero o laberinto se deposita,
descansa
en el suelo, y marca los pasos
y
los rumbos; las interacciones.
Los
juegos lingüístico-culturales.
7.
Ocres
y grises. La ciudad.
Las
callejas. El laberinto.
Knutbörg.
Y
allí, el rojo, el amarillo,
el
blanco, el azul…
Puros.
Resplandecientes.
Vivos.
8.
¿Qué
se piensa que no se pueda
decir?
¿Qué se siente y se quiere
que
no se pueda expresar?
Aunque
la lengua calle,
los
labios, la boca toda habla.
Y
la mirada. El espacio ocular.
El
cuerpo todo. Actitud, gestos,
el
semblante en su conjunto.
9.
Los
que se sacuden el polvo secular
y
quedan desprotegidos. Solos.
10.
Sujeto
no disociado.
Indisociable.
Indivisible.
Uno.
11.
Fluyen
sin obstáculos,
serenos
y transfigurados;
o
balbuceantes, aturrullados,
espumosos.
Los días.
Rápidos
y remansos
del
cotidiano devenir.
12.
No
sé lo que hago.
No
me veo. Me ignoro.
No
sé por dónde voy.
No
logro ‘ver’ lo que hago;
cuál
es mi actividad.
No
sé qué hago.
13.
No
se puede explicar. Sólo
con
símiles. Lo malo pierde,
lo
bueno gana. Gana en sabor,
hondura,
belleza, bondad, verdad,
sublimidad.
Como el buen vino.
Gana
cuerpo, presencia. Mejora.
14.
La
vivencia misteriosa. Involuntariedad.
Inimaginable.
Inesperada. Impensable.
No
comparable. No comunicable.
No
más comunicable en palabras
que
el sabor de las uvas o del melocotón.
No
podemos traducir en palabras
las
sensaciones propias. No se pueden decir.
Son
incomunicables de suyo.
Las
propias vivencias. Cualesquiera.
15.
No
esperes nada.
Cuando
nada esperes.
16.
Fluctuación.
Deriva. Cambio.
Transformaciones.
Purificaciones.
Eliminaciones.
Limpieza. Desnudez.
Uno
va soltando lastre, escoria, ceniza…
Sacudiéndose
el polvo secular.
17.
Contextualizarse.
Imbricarse en la actividad.
Co-responsabilizarse.
Tomarlo como cosa propia.
Defender
el espacio. Defenderlo de intrusos,
de
impurezas, de imposturas, de medianías.
Actividad,
voz encarnada. Cuando
el
fulgor abrasa los matorrales.
La
propia presencia aniquila el entorno.
Bach,
Hernández, Van Gogh, Nietzsche…
Puntos
en la constelación.
Hitos.
En cada actividad.
18.
El
legado. Mimar la vida, mimar
la
actividad. Más allá de la prima,
de
la recepción. Saturar lo realizado.
Colmarlo.
Cualquier actividad, cuidarla,
mimarla.
Se hace de cara a la ‘eternidad’.
También
en el espacio simbólico
se
eterna el genouma.
19.
Hombres
y mujeres
desconocidos,
nuevos, futuros.
Cada
vez con más argumentos,
con
más razones, con más legado.
Alguna
vez serán un pueblo.
La
era Nexus. Los Padres
y
las Madres de los futuros.
Lo
por venir.
Criaturas
nuevas, firmes, seguras
de
sí. Inambiguas. Orientadas.
Lanzadas,
proyectadas hacia el futuro;
que
educarán, que encarrilarán,
que
orientarán a sus hijos.
Que
poblarán la tierra.
Nada
podrá frenar
a
estas nuevas criaturas.
Se
tiene que educar e instruir
a
las nuevas crías humanas
de
modo nuevo. A la nueva
manera.
Cosas nuevas que hemos
de
decir a nuestros hijos. Respuestas
nuevas.
Viviremos, pensaremos
de
modo nuevo. Actividades
re-enfocadas.
Espacios renovados.
Brotes
nuevos, nueva primavera.
Nada
de mezclas. La envoltura
simbólica
de la nueva criatura.
Pureza,
novedad absoluta.
*****
Hasta
la próxima,
Manu