Genogramas
XLIV.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (27/10/20).
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1.
inextricablemente ligadas
en
cada cosa que hacemos.
Nos,
la vida, la sustancia
viviente
única, es falaz,
tosca,
cruel… es veraz,
delicada,
afectuosa…
Estas
dos líneas se entrecruzan,
se solapan en cada acto.
2.
Nos, la vida, amamos y odiamos.
Si
sólo quisiera amar, odiaría el odiar.
Así
como temería el temer.
El
temor acecha cuando deseamos,
así
como el odio cuando amamos.
No
podemos elegir, como pretendía
Zarathushtra,
el persa.
Zarathushtra
odiaba y temía.
Deseaba
el mal para otros,
para los ‘otros’. Así somos.
Estos
afectos contrarios e irreductibles,
omnipresentes.
A cada paso.
Atracción-repulsión.
Sí y no.
Sino.
3.
Con
la misma intensidad se ama y se odia.
Con
la misma vehemencia se desea y se teme.
La
fuerza de nuestro amor, muestra la fuerza
de
nuestro odio. Tanto amas, tanto odias.
El amor y el odio tienen un mismo origen.
4.
No todos tienen la misma amplitud
o
el mismo registro para amar-odiar,
o
para desear-temer. El que ama
intensamente,
odia intensamente.
Si
odia débilmente, ama débilmente.
No
tiene fuerza para odiar, pero
tampoco
tiene fuerza para amar.
Cuanto
más fuertemente se odia,
tanto
más fuertemente se ama. Fuerte
en el amor, pero también en el odio.
5.
El amor y el odio son afectos puros,
inmaculados,
no comparables.
No
te odio en mi amor, sino te amo
y
te odio (llegado el caso).
No:
en el fondo (de mi amor) te odio,
o:
en el fondo (de mi odio) te amo.
Sino:
te amo o te odio,
o te amo y te odio.
El
‘dominio’ sobre estos afectos
se
realiza e intenta desde el orden
simbólico.
En el nombre de la ley,
de
la tradición –de valores simbólicos.
El
orden simbólico vela y guía
nuestra conducta. La luz simbólica.
El
orden biológico (o natural)
de
los afectos y pasiones es primario,
básico,
fundamental. El orden simbólico
de
los valores es secundario, ‘sobre-natural’.
El
orden simbólico es creador
de
seres simbólicos. El ser simbólico
que
somos juzga según el orden
simbólico
que nos constituye.
El
orden biológico se subordina
al
orden simbólico. El que subyace,
el
sub-jectum, el ser natural,
el
genouma, se subordina
al
orden simbólico de que se trate.
Deviene
una unidad biocultural.
Deviene un ser biosimbólico.
El
orden simbólico está subordinado
a
la vida, al hombre, si se quiere.
No
se debe el hombre al orden simbólico,
sino
el orden simbólico al hombre.
Un
orden simbólico digno, de esto se trata.
Un
orden simbólico que se crea,
se
pule, se perfecciona, se reformula…
El
orden simbólico ha de estar
en
nuestras manos… no nosotros
(Nos) en manos del orden simbólico.
6.
Fluir en la escritura. La escritura que fluye.
La
tinta fluida. El placer de fluir en la escritura.
La
alegría de fluir. La destreza. La unidad
mente-laringe-boca;
la unidad mente-mano.
Hablar.
Escribir. Componer. Pintar-escribir.
Con
fluidez. Como un rayo.
Elaborar.
Metabolizar. Producir.
Crear
síntesis, metabolitos.
Términos
y expresiones son llaves,
tarjetas que abren puertas diversas.
7.
Escribir con la nueva escritura, con los genogramas.
Escribir,
¿qué; cualquier cosa? Éste es el problema.
¿Qué
escribir? Algo digno de esta escritura.
En verdad, algo digno de ser escrito
o
dicho en cualquier lengua o escritura.
Algo
hermoso, digno. Oro, ámbar,
espliego,
perfume. Aire, agua, luz. Vida.
Las
palabras, los temas… están tan gastados.
Se
requiere hasta una nueva lengua.
Nuevas
claves simbólicas. Novedad absoluta.
Es
información simbólica, no genética.
El
universo simbólico se dice
en
genogramas. Las expresiones
son
como genes. Las mismas palabras.
La
expresión consiste en la emisión
de
estos polímeros, de estos metabolitos
de
la lengua. Estos circulan por el torrente
de
manifestaciones culturales de un pueblo.
Se
acentúa la responsabilidad.
Algo
digno de ser hecho. Emitir
es
un acto de responsabilidad.
Lo
escrito esencial. Tan definitivo
como
un testamento. Como un canto
de
cisne. Oro, ámbar. Sangre.
Metabolitos
esenciales. Nutrientes.
Es
una actitud ante el decir
y
el escribir. Ante el hacer todo.
Todo
lo más sagrado para uno.
Su
esencia, se diría. Vida y obra.
Vida
en último término. Vida estricta.
Estricta
vida. Biogramas.
Temor
y reverencia. Prevención. Esmero.
Cuidado.
Responsabilidad, deber. Pudor,
honor. Ante el papel; ante el otro.
8.
Hoy necesitamos textos nuevos.
Necesitamos
un espacio donde podamos
crear
una cultura universal, nueva.
Necesitamos
un saber verdadero,
una
sabiduría fundada en la vida,
una
sabiduría nueva.
Necesitamos
una cultura a la altura
de
este nuevo período. Una cultura
que
tenga en cuenta el paso
del
fenocentrismo al genocentrismo.
No
humana, no antropocéntrica.
Una
cultura que puedan gozar por igual
los
futuros de cualquier rincón del planeta.
Una
cultura que deje atrás, muy atrás,
todo
antropocentrismo y antropomorfismo.
Los
nuevos seres biosimbólicos
aún
no tenemos literatura, filosofía,
gnómica,
música, pintura…
Nada
nos representa, nada
en
las viejas culturas nos dice.
No
podemos encontrarnos
en
las viejas culturas, no podemos
identificarnos
con nada del pasado.
Prácticamente
nada del pasado nos sirve.
Su
literatura, su sabiduría… su ‘hombre’…
nada
tienen que ver con nosotros.
No
podemos identificarnos
con
los personajes que pululan
en
la literatura o en el cine de hoy.
No
nos dicen. Textos y testimonios
extraviados,
atrasados, inútiles.
Anclados
en el antropocentrismo
del
neolítico. Carentes de futuro.
Necesitamos
un arte y un pensamiento
nuevos,
absolutamente nuevos.
Una
escritura dirigida a la sustancia
genética.
De Nos a Nos.
Nuevos
modos, nuevo saber.
Nuevos
mensajes. Una poesía,
una
filosofía, una gnómica, una música…
que
satisfagan a las nuevas criaturas.
Desde
la vida. Desde la sustancia genética,
desde
la sustancia viviente única.
Este
período genocéntrico afectará
tarde
o temprano a todos los grupos
humanos.
Este saber no podrá ser
obviado
por ningún ser humano.
La
nueva era que recién ahora
inauguramos
es irreversible
y,
tarde lo que tarde en extenderse,
cambiará
por completo nuestro devenir,
nuestra
historia… lo cambiará todo.
No
es una mera concepción o visión de la vida,
o
del mundo. Es un saber. Aquí hay certeza.
Tenemos
la certeza de lo que somos,
de
quiénes somos, acerca de nuestro ser.
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Saludos,
Manu