Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

martes, 28 de enero de 2020

204) Genogramas XXVI


Genogramas XXVI.

 


Manu Rodríguez. Desde Gaiia (28/01/20).

 


                                                                  *****


1.

El contenido es lo que está por determinar.
¿De qué hablas? ¿Desde dónde hablas?

El espacio desde el cual se habla
determina el significado y el sentido.
Desde el cual se conceptúa, se asigna;
nos concebimos o conceptuamos.

Al ensanchar los espacios las viejas
palabras encuentran también allí
una nueva aplicación.

2.

Formas que buscan espacio, lugar,
un campo referencial puro. Formas
que buscan determinación, sentido,
significado, cometido… Nosotros
mismos. ¿Qué soy? ¿Qué sentido…?

Nosotros, los humanos, tenemos
que labrarnos nuestro propio sentido,
nuestro propio destino. Sólo nosotros
podemos darnos sentido.

“Una vida sin sentido”. ¿Desde dónde
se habla? ¿Desde dónde se dice ‘eso’?
Fuera de todo espacio de determinación.
Rotos todos los puentes. Ignorando,
por otro lado, que hay mundos nuevos.

La situación actual. Las generaciones
actuales aún no se ven, no se saben
en los mundos nuevos. Los nuevos modos
de decirnos, de otorgarnos sentido.
El sentido de nuestras vidas.

Es un lugar de llegada, y un lugar
de respuestas… Es un lugar nuevo.

Dueños, señores, creadores somos
de lenguas y culturas. Son obra nuestra.
En nuestra mano está el conferirnos sentido,
y sentido nuevo.

La vida misma somos. La inteligencia,
la luz en el mundo. Un milagro nacer,
vivir, discurrir…

3.

Se diría que el genouma es la única
sustancia que es en sí misma forma
y contenido. Es la única sustancia
que usa otros elementos-formas
y les confiere nuevos significados.
Electrones, protones… aminoácidos…
tienen funciones muy precisas
y variadas en los ciclos biológicos
que exceden a sus otras apariciones
en el espacio físico o en el químico.

El cosmos mismo palidece ante la vida.
Ante nosotros. La vida es excepcional
en el universo. Requiere condiciones
físicas y químicas excepcionales.
Requiere, por otro lado, miles de millones
de años para llegar a nuestro estadio.

4.

El ciego acaso en el mundo, su mismo
devenir, se torna inteligible en cuanto
aparece la vida –la vida aporta luz, esclarece.
La vida lucha contra el azar, el acaso,
o  la casualidad. Llega incluso a modificar
el ambiente (entorno) físico y químico;
se le vence, se le hace favorable a la vida,
se le pone al servicio de la vida.

5.

Vida. Voluntad de poder, y estrategias de dominio.
Heurística, planes de batalla. La ponderación
del entorno físico-químico en vista a su superación
y dominio. Todo lo demás se deriva de ahí.
La palabra misma se deriva de ahí.
 
Poder movernos en el mundo. La orientación
misma. Situarnos, movernos. Lo favorable
o desfavorable. Lo útil. Lo provechoso.
Lo nocivo, lo perjudicial. Juicios de valor
que proceden de la misma vida. Lo logrado,
lo triunfante. Lo hermoso. Lo fuerte, lo vigoroso.
Es la vida, es la voluntad de poder la que juzga,
la que valora. Así pues, el arte, el amor…
se derivan de la voluntad de poder. Esto es,
de la vida, de lo viviente. De lo que somos.
 
Nosotros somos la vida. Nosotros somos
la sustancia rectora, creadora, inteligente,
amante, volente, sensible… Somos el ser.
Somos. La vida es…

6.

Nosotros, la vida. Los que amamos
la vida y queremos más vivir.
Los que nos amamos.
Los que apostamos por la vida.

Es obvio que, el que crea, el que ama,
el que va más allá de sí… el que se prodiga…
no concibe el vivir como obstáculo
–ésta es la aberración de las religiones
de salvación. Estamos en las antípodas
de semejantes monstruosidad.
Nosotros creamos, nosotros amamos…

7.

La vida (los ácidos nucléicos) animada
por la voluntad de poder. La pulsión
de dominio. Todo se deriva de este
concepto fundamental. Vencer, dominar,
superar… las dificultades, los obstáculos.
Los diseños fenotípicos responden a este fin.
–la respiración, la alimentación, la locomoción,
la reproducción… el lenguaje y la cultura.
La capacidad de cálculo y estrategias
de dominio, la creatividad… se subordinan
o derivan de esta pasión fundamental.
La lucha contra el no-ser, contra la muerte,
el vacío, la nada… el acaso, lo muerto…

8.

Queremos percibir, sentir…
seguir percibiendo, sintiendo…
viviendo.

No rehuimos el dolor,
el esfuerzo, las dificultades…
Buscamos modos de superación…
el sobrevuelo, el dejar atrás,
el vencer todo obstáculo…
Todo se deriva de esta lucha
con este mundo opaco, mudo,
indiferente, duro, hostil…

9.

La vida es excepcional.
Desde un principio surge
como autónoma con respecto
al mundo inorgánico.
Con capacidades y con afectos
propios diferentes, insólitos 
en el mundo físico-químico,
pese a su naturaleza físico-química.

Senso-percepción, intelección,
memoria, potencia plástica…

10.

El amor es el modo sublime
de la pulsión de dominio
de la misma vida.
El amor a la misma vida,
al mismo vivir.

Nosotros amamos la vida
–el llegar a ser; el venir a ser;
el nacer; el venir a la vida.
Queremos más vida, más vivir.

11.

La vida no adopta formas,
sino que da forma, conforma.
En todas las formas vivas subyace
la misma vida, la misma sustancia.

12.

El genouma es el creador,
el sensor, el volente, el pensante.
El que proyecta, el que ama,
el que tiende hacia… el que va…
El único sujeto de toda actividad
biológica en el planeta. En todas
las formas vivas. El alma
y el ánimo de toda cosa viva.

Los cariotipos mismos. La ‘ideas’
somáticas, los diseños. Modos
de lo mismo. La misma sustancia
adopta multitud de estrategias
de dominio. Un diseño somático
es una estrategia de dominio.

Es obvio que ‘padecemos’ todas
las potencias y capacidades;
todos los afectos. Somos todo ‘eso’.
Todo lo que advertimos:
la violencia, la dureza,
el engaño (la mimesis),
la repulsión, la destrucción…
La creación, la potencia,
la sublimidad, el deseo,
la atracción, el amor…

 
*****

Saludos,

Manu

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