Genogramas
XXVI.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (28/01/20).
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1.
El
contenido es lo que está por determinar.
¿De
qué hablas? ¿Desde dónde hablas?
El
espacio desde el cual se habla
determina
el significado y el sentido.
Desde
el cual se conceptúa, se asigna;
nos
concebimos o conceptuamos.
Al
ensanchar los espacios las viejas
palabras
encuentran también allí
una
nueva aplicación.
2.
Formas
que buscan espacio, lugar,
un
campo referencial puro. Formas
que
buscan determinación, sentido,
significado,
cometido… Nosotros
mismos.
¿Qué soy? ¿Qué sentido…?
Nosotros,
los humanos, tenemos
que
labrarnos nuestro propio sentido,
nuestro
propio destino. Sólo nosotros
podemos
darnos sentido.
“Una
vida sin sentido”. ¿Desde dónde
se
habla? ¿Desde dónde se dice ‘eso’?
Fuera
de todo espacio de determinación.
Rotos
todos los puentes. Ignorando,
por
otro lado, que hay mundos nuevos.
La
situación actual. Las generaciones
actuales
aún no se ven, no se saben
en
los mundos nuevos. Los nuevos modos
de
decirnos, de otorgarnos sentido.
El
sentido de nuestras vidas.
Es
un lugar de llegada, y un lugar
de
respuestas… Es un lugar nuevo.
Dueños,
señores, creadores somos
de
lenguas y culturas. Son obra nuestra.
En
nuestra mano está el conferirnos sentido,
y
sentido nuevo.
La
vida misma somos. La inteligencia,
la
luz en el mundo. Un milagro nacer,
vivir,
discurrir…
3.
Se
diría que el genouma es la única
sustancia
que es en sí misma forma
y
contenido. Es la única sustancia
que
usa otros elementos-formas
y
les confiere nuevos significados.
Electrones,
protones… aminoácidos…
tienen
funciones muy precisas
y
variadas en los ciclos biológicos
que
exceden a sus otras apariciones
en
el espacio físico o en el químico.
El
cosmos mismo palidece ante la vida.
Ante
nosotros. La vida es excepcional
en
el universo. Requiere condiciones
físicas
y químicas excepcionales.
Requiere,
por otro lado, miles de millones
de
años para llegar a nuestro estadio.
4.
El
ciego acaso en el mundo, su mismo
devenir,
se torna inteligible en cuanto
aparece
la vida –la vida aporta luz, esclarece.
La
vida lucha contra el azar, el acaso,
o la casualidad. Llega incluso a modificar
el
ambiente (entorno) físico y químico;
se
le vence, se le hace favorable a la vida,
se
le pone al servicio de la vida.
5.
Vida.
Voluntad de poder, y estrategias de dominio.
Heurística,
planes de batalla. La ponderación
del
entorno físico-químico en vista a su superación
y
dominio. Todo lo demás se deriva de ahí.
La
palabra misma se deriva de ahí.
Poder
movernos en el mundo. La orientación
misma.
Situarnos, movernos. Lo favorable
o
desfavorable. Lo útil. Lo provechoso.
Lo
nocivo, lo perjudicial. Juicios de valor
que
proceden de la misma vida. Lo logrado,
lo
triunfante. Lo hermoso. Lo fuerte, lo vigoroso.
Es
la vida, es la voluntad de poder la que juzga,
la
que valora. Así pues, el arte, el amor…
se
derivan de la voluntad de poder. Esto es,
de
la vida, de lo viviente. De lo que somos.
Nosotros
somos la vida. Nosotros somos
la
sustancia rectora, creadora, inteligente,
amante,
volente, sensible… Somos el ser.
Somos.
La vida es…
6.
Nosotros,
la vida. Los que amamos
la
vida y queremos más vivir.
Los
que nos amamos.
Los
que apostamos por la vida.
Es
obvio que, el que crea, el que ama,
el
que va más allá de sí… el que se prodiga…
no
concibe el vivir como obstáculo
–ésta
es la aberración de las religiones
de
salvación. Estamos en las antípodas
de
semejantes monstruosidad.
Nosotros
creamos, nosotros amamos…
7.
La
vida (los ácidos nucléicos) animada
por
la voluntad de poder. La pulsión
de
dominio. Todo se deriva de este
concepto
fundamental. Vencer, dominar,
superar…
las dificultades, los obstáculos.
Los diseños fenotípicos responden a este fin.
–la
respiración, la alimentación, la locomoción,
la
reproducción… el lenguaje y la cultura.
La
capacidad de cálculo y estrategias
de
dominio, la creatividad… se subordinan
o
derivan de esta pasión fundamental.
La
lucha contra el no-ser, contra la muerte,
el
vacío, la nada… el acaso, lo muerto…
8.
Queremos
percibir, sentir…
seguir
percibiendo, sintiendo…
viviendo.
No
rehuimos el dolor,
el
esfuerzo, las dificultades…
Buscamos
modos de superación…
el
sobrevuelo, el dejar atrás,
el
vencer todo obstáculo…
Todo
se deriva de esta lucha
con
este mundo opaco, mudo,
indiferente,
duro, hostil…
9.
La
vida es excepcional.
Desde
un principio surge
como
autónoma con respecto
al
mundo inorgánico.
Con
capacidades y con afectos
propios
diferentes, insólitos
en
el mundo físico-químico,
pese
a su naturaleza físico-química.
Senso-percepción,
intelección,
memoria,
potencia plástica…
10.
El
amor es el modo sublime
de
la pulsión de dominio
de
la misma vida.
El
amor a la misma vida,
al
mismo vivir.
Nosotros
amamos la vida
–el
llegar a ser; el venir a ser;
el
nacer; el venir a la vida.
Queremos
más vida, más vivir.
11.
La
vida no adopta formas,
sino
que da forma, conforma.
En
todas las formas vivas subyace
la
misma vida, la misma sustancia.
12.
El
genouma es el creador,
el
sensor, el volente, el pensante.
El
que proyecta, el que ama,
el
que tiende hacia… el que va…
El
único sujeto de toda actividad
biológica
en el planeta. En todas
las
formas vivas. El alma
y
el ánimo de toda cosa viva.
Los
cariotipos mismos. La ‘ideas’
somáticas,
los diseños. Modos
de
lo mismo. La misma sustancia
adopta
multitud de estrategias
de
dominio. Un diseño somático
es
una estrategia de dominio.
Es
obvio que ‘padecemos’ todas
las
potencias y capacidades;
todos
los afectos. Somos todo ‘eso’.
Todo
lo que advertimos:
la
violencia, la dureza,
el
engaño (la mimesis),
la
repulsión, la destrucción…
La
creación, la potencia,
la
sublimidad, el deseo,
la
atracción, el amor…
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Saludos,
Manu
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