Genogramas
XXXVI.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (24/06/20).
*****
1.
Aguas,
fluidos puros.
Aire,
atmósfera.
Resplandecientes,
apetecibles
frutos.
Mundo.
Cosmos.
Puro,
bello, ordenado.
2.
Un
mundo nuevo tenemos.
Materia
simbólica nueva,
alimentos
nuevos.
Criaturas
nuevas somos.
La
biosfera. La genousfera.
El
hogar de la vida.
La
sede de la vida.
Nave,
alimento, escudo,
defensa,
asiento….
El
planeta viviente.
3.
Es
como la primera de las auroras.
Tiene
la fuerza y el esplendor
de
los principios.
Esta
nueva aurora.
Este
reluciente nuevo día.
Atmósfera
pura, enriquecida,
la
de esta mañana.
Luz,
transparencia, claridad.
El
rocío. Las brisas perfumadas.
El
clamor, el despertar
de
las criaturas.
4.
El
activo, el explorador.
Tiene
la fuerza plástica
del
viento, del agua.
5.
Pura
escritura. Viva,
relampagueante.
Vívida.
Vivida.
Las expresiones
bien
vivas. Lo que quiere decir
que
han de ser sintetizadas,
metabolizadas
con pasión,
con
fervor, con devoción.
Brotan
como ramas,
como
frutos, como flores,
como
miembros del ser.
Como
algo consumible.
Algo
que se toma.
Comible.
Bebible.
Respirable.
Van
al aire de todos, a la atmósfera
que
respiramos; a los acuíferos,
a
las aguas dulces, potables.
Son
emisiones, expresiones,
frutos
de la tierra de los vivientes.
El
mundo en el que se vive,
el
aire que se respira.
El
agua que se bebe
–“la
leche que se mama”…
La
materia simbólica
que
se metaboliza.
El
medio lingüístico-cultural…
Ese
seno, ese vientre, esa matriz,
esa
madre. La madre celeste.
La
nave nodriza.
Para
los seres biosimbólicos,
los
seres de palabra.
6.
La
conquista del agua.
La
conquista de la tierra.
La
conquista del aire.
Entre
el extremado frío
y
el extremado calor.
En
esta estrecha franja;
en
la zona de habitabilidad
de
una heliosfera.
7.
La
historia de la vida. La evolución
de
los somas, de los fenotipos.
La
vida en el agua, en la tierra, en el aire.
La
fascinante variedad de modos.
Desde
que aparecen.
Modos
y maneras de los ingenieros.
Sus
trajes, sus diseños, sus ‘cuerpos’,
que
son vehículos, naves…
Como
superación, como creación…
Cada
forma viva es una multitud
de
problemas resueltos. Es la perfección.
Los
ingenieros sublimes.
Nos
los ingenieros.
Nos
la vida.
8.
Los
genes creadores. Los ingenieros
de
sus propios diseños somáticos.
Que
trabajan a un nivel que no alcanza
el
ser de palabra que somos; el ser social,
cultural;
el ser simbólico.
Nos
llevará mucho tiempo el comprender
los
modos y maneras
de
la sustancia viviente única.
De
comprendernos.
Recién
ahora damos los primeros pasos
hacia
nosotros mismos –los ácidos nucleicos,
los
genes, los genotipos,
la
sustancia viviente única que somos.
Es
como genes que hemos de verlo todo,
simplemente.
Nos, los genes, los ingenieros.
No
como tal o cual criatura, sino como el creador,
el
señor de las criaturas. Esto somos.
9.
Hay
que decir que el ser de los vivientes es uno;
que
uno y el mismo es el ser de toda cosa viva.
10.
Múltiplemente
fragmentado, escindido,
dividido;
enfrentado consigo mismo.
La
creación a sí misma se devora,
se
fagocita, se metaboliza, se sucede.
La
sustancia viviente no cuenta
sino
consigo misma. Es su propio material.
11.
Fascinantes somas. Frágiles.
Cristalinos, transparentes,
luminiscentes somas.
Semáforos.
12.
El
hogar, el alimento,
el
agua, el aire,
la
atmósfera que envuelve,
que
caracteriza, que ‘impronta’
a
las unidades bioculturales.
Nuestro
ser de cultura.
13.
Poetas,
filósofos, ingenieros…
Los
vientos impetuosos de la mañana.
Las
generaciones por venir.
Los
creadores. Los activos
de
ayer, hoy y mañana.
Los
‘activos’. Los que añaden,
enriquecen,
purifican, ennoblecen,
dignifican,
hacen valer.
Los
biennacidos.
Los
agradecidos.
14.
Mente
orquestal. El nucleosoma.
Los
cromosomas. Una unidad
descentralizada.
Todos (los genes)
trabajan
en lo mismo, para lo mismo.
A
una velocidad de vértigo.
El
mantenimiento, la reproducción.
La
entrada y salida de materia,
de
energía, de información…
15.
La
épica de la vida. La conquista
del
agua, de la tierra, del aire…
La
épica del señor de las criaturas,
del
mismísimo creador.
De
nosotros, los ingenieros.
Hazañas,
gestas, victorias
de
la misma vida.
Su
alianza con el agua,
con
el aire, con la tierra,
con
la luz, con los vientos…
16.
Al
núcleo le llega información
de
todo tipo –química y física.
Presión,
temperatura, solutos,
vibraciones
(fonones)…
Se
‘siente’ el entorno, se le percibe
en
las propias carnes, se podría decir.
No
hay ojo, ni oído, sólo ‘tacto’.
Todo
es por contacto.
Toda
esa ingeniería.
La
del citoplasma,
el
soma peri-nuclear.
La
nave.
*****
Saludos,
Manu
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