Breve
respuesta a un comentario.
Manu
Rodríguez. Desde Europa (18/02/14).
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Querido
amigo (anónimo), tienes toda la razón. Los blancos cristianizados (judaizados)
tendrán que elegir en su momento si seguir al pueblo hebreo (sus claves religioso-culturales,
sus mitos, su gente, su historia…), o seguir a su propio pueblo (nuestras
claves religioso-culturales, nuestros mitos, nuestra gente, nuestra historia…).
Llevo tiempo llamando la atención acerca del judeo-mesianismo de muchos grupos
‘nacionalistas blancos’. Es una tropa inútil, perdida para nuestra causa –su lucha
es una parodia, un simulacro. Parecen no advertir que están vencidos de
antemano (desde el momento que usan claves simbólicas judías), aún más, que forman
parte del enemigo.
Otro
asunto son los auto-denominados paganos. Nunca existió el paganismo. Es un
disparate hablar de ceremonias paganas, de espiritualidad o religiosidad
pagana, de mentalidad pagana, de cultura pagana... Los términos ‘pagano’,
‘paganismo’, y similares lo usaron los cristianos para designar a todos aquellos,
individuos o pueblos, que no eran cristianos. Son términos genéricos que no
hacen distinción de culturas. Es decir, que tan pagano era un griego, como un
egipcio, o un caldeo –aunque no tuvieran
nada en común. Las diferencias entre estas culturas carecían de interés (a los
ojos de un cristiano). Términos similares son el de ‘kafir’ musulmán (que
designa a todos los no-musulmanes sin distinción) o el de ‘goy’ judío, que hace
referencia a todos los no-judíos. Son términos vacíos que no contienen ninguna
información cultural acerca de los pueblos así denominados –salvo la de que son pueblos no judíos, no
cristianos, o no musulmanes. Añadiré que tales términos tenían, y tienen, una
fuerte carga peyorativa.
Una
anécdota. La palabra sueca ‘lapón’, que hace referencia al pueblo de los
‘sami’, viene a significar tonto, estúpido, torpe y términos relacionados. Es
obvio que a ningún sami le gusta que le llamen lapón. Lamentablemente, es el
término que se ha generalizado.
Nosotros
somos indoeuropeos o aryas. No debemos auto-denominarnos paganos (así como
‘kafir’, o ‘goy’). Sería como insultarnos a nosotros mismos. Nosotros somos
aryas, y esta palabra es digna, y suficiente. Somos los herederos de
tradiciones ancestrales (griegas, romanas, germanas, celtas, eslavas, baltas… y
más allá, hititas, védicas, iranias…). No hay pueblo sobre la tierra que tenga
un patrimonio espiritual tan rico como el que nosotros poseemos, y este
patrimonio alcanza hasta nuestros días –hasta Darwin, Nietzsche, o el período
nazi (el nacimiento de nuestra nación).
La cultura
de un pueblo es su religión; su propia cultura desde los orígenes (desde que se
tiene memoria) –hablo del legado, del patrimonio, de la herencia
lingüístico-cultural en su conjunto. Ésta es la genuina religión de los
pueblos. La religión arya hace referencia al legado lingüístico-cultural de los
pueblos aryas o indoeuropeos (hasta nuestros días, repito).
No
podemos reconstruir las ceremonias pre-cristianas de nuestros pueblos. La
destrucción, la aniquilación, fue total. La evolución natural de muchas de nuestras
tradiciones se cortó bruscamente hace cientos de años (sobre todo aquellas
relacionadas con los cultos públicos y privados). Si queremos volver a tener ceremonias
o ritos religiosos (simbólicos, vinculantes, comunes), privados o públicos, tendremos
que crearlos. Por mi parte estoy de acuerdo con ello. En mi opinión deben ser
breves, sencillos, sobrios –espartanos. Y no usar vestimentas, elementos o
adornos anacrónicos que muevan a risa. Han de ser contemporáneos.
La
conciencia arya es muy reciente. Hasta hace bien poco (un par de siglos atrás)
ignorábamos nuestra existencia –la existencia de nuestros pueblos. Hoy sabemos
que pertenecemos a un tronco común; que nuestros genes y nuestras lenguas y
culturas tienen un origen común. Que somos pueblos hermanos. Este conocimiento,
este saber, esta conciencia, suponen un nuevo comienzo, una renovación; un
renacimiento que afecta a todos nuestros pueblos. Una llamada. Una aurora. Son
tiempos nuevos para los pueblos blancos. Vivimos algo nuevo, inédito en
nuestros anales; un nuevo estadio, un nuevo periodo. Algo electrizante,
sublime. La invención –de ritos, ceremonias, o festejos– está obligada.
Falta
que existan comunidades aryas (municipales, comarcales, provinciales, regionales…).
Estas comunidades tendrán sus centros religioso/culturales aryas, y no les faltarán
templos y capillas. En su momento se instituirá una ‘ecclesia’ arya –con su
consejo de expertos, de sabios. Habrá que elaborar un calendario arya, con su
‘santoral’, sus tradiciones, fiestas, conmemoraciones y demás –establecer el
ciclo anual arya.
Ahora
somos un pueblo; disponemos de nación, no estamos huérfanos. Somos la nación
blanca, la nación arya. Una nación que agrupa, que liga y religa en un haz (en
un ‘fascio’) a todos los pueblos blancos de tradición indoeuropea. Esta nación
es nuestra madre patria, nuestra fe, y nuestra causa.
*
Saludos,
Manu
Querido amigo Manu, gracias por responder a mi anterior mensaje. He optado por ponerme un seudónimo.
ResponderEliminarReferente a lo que comentas, estoy muy de acuerdo, pienso que habría que ponerse manos a la obra aquí en la hispania romana, crear un grupo, este grupo sería un "bosquejo" de la incipiente comunidad arya hispánica, primero ver cuántos somos, de que zonas diferentes, y fijar un lugar de encuentro. La palabra ecclesia es del latin y, como bien sabes, significa asamblea, y siempre que se pueda, organizar todo al margen de internet, puesto que este medio es un método muy efectivo de control social por parte de los que ya sabemos.
Un cordial saludo.
Querido amigo, la reunión que comentas la considero prematura (¿con quién contamos?). Necesitamos más número, más promoción. La idea de una iglesia/nación arya ha de penetrar en los grupos nacionalistas e identitarios, e incluso en aquellos que se auto-denominan paganos. O en los grupos odinistas (Asatru), o los relacionados con la tradición celta… Nuestra comunidad está muy fragmentada.
EliminarAhora se trata de la ‘aryanidad’, no de la ‘germanidad’, la ‘celtidad’, o la ‘romanidad’, y aún menos de lo francés, lo italiano, lo ruso, o lo inglés. La iglesia/nación arya abraza a todas las tradiciones lingüístico-culturales aryas. (Decir nación arya es decir ecclesia o comunidad arya.)
Ahora la identidad es la arya, la nación/comunidad es la arya, y la religión es la arya –entendiendo por religión arya el legado étnico y lingüístico-cultural (o biosimbólico) de nuestros pueblos.
Lo que hace de nosotros una comunidad o nación es justamente nuestra común identidad biosimbólica. Y esta identidad es también nuestra religión (aquello que nos religa y hace de nosotros uno).
Los grupos que se formen tendrán que partir de estas premisas. En su momento contaremos con agrupaciones que irán desde lo municipal, provincial, regional, nacional… a la Liga de Naciones Romanas, o la Liga de Naciones Celtas, o Germanas, o Eslavas, y demás. Las respectivas ‘cabezas’ de estas ligas conformarán la asamblea o el consejo general de la ecclesia/nación arya.
Cuando hablo de la iglesia/nación arya, con su religión arya, estoy hablando también de fieles. Todos los individuos y pueblos blancos de tradición arya o indoeuropea son los reales o potenciales fieles de esta religión/comunidad/nación.
En fin, difundamos más entre nuestra gente esta iglesia/nación arya, con su religión arya; anunciémosle este hermoso futuro. No debemos ser impacientes. Si persistimos, ya vendrán los frutos.
De todos modos, ¿conoces a alguien más que conozca o que esté de acuerdo con la idea de la iglesia/nación arya? Creo que has sido tú el único que se ha interesado por esto que comento en mis post desde hace tiempo. Tienes mi dirección e-mail arriba, puedes escribirme directamente. Estudiaremos la forma de difundir estas ideas de forma más efectiva.
Saludos,
Manu
Querido amigo Manu,
EliminarPensaba que éramos más, yo tampoco conozco a nadie más por ahora. De todas formas es una buena noticia que hayamos coincidido, desde luego queda mucho por hacer y mucho camino por recorrer, muchos muros que derribar y barreras que eliminar, hasta que los diferentes pueblos blancos estén decididos a realizar un acercamiento. Por cierto, te he enviado un e-mail.
Saludos.