Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

jueves, 23 de diciembre de 2021

250) Genogramas LXXII

 

Genogramas LXXII.

 

Manu Rodríguez. Desde Gaiia (23/12/21).

 

                                                                  *****

 

1.

Ya no es posible pensar o actuar

como ‘hombre’. La perspectiva

genocéntrica lo ha cambiado todo.

Nuevo mundo tenemos. Nueva visión.

 

El ‘hombre’ ha desaparecido,

se ha esfumado, se ha desvanecido…

La vida ocupa ahora su lugar.

La voz de la vida. Su palabra.

 

Tendremos que hacerlo todo de nuevo.

Un nuevo hogar lingüístico-cultural

a la altura de la vida –un nuevo ‘mundo’.

Por y para la vida.

 

Esta verdad penetrará poco a poco

en las mentes y en las conciencias

de todos los seres humanos.

Es el futuro, no hay duda.

 

Los residuos arcaicos, neolíticos,

antropocéntricos…, no durarán mucho.

Esta luz lo iluminará todo; esta verdad.

 

2.

La próxima civilización será

la de la vida. Será poco menos

que eterna. No habrá más cambios.

El cambio sustancial ya se ha producido.

Habrá un antes y un después

como nunca antes lo hubo.

 

La transformación, personal y colectiva,

que viene. La conciencia génica.

La conciencia de Xenus/Nexus.

 

Será una conciencia única,

la más propia para el ser único

que somos. Lo Uno primordial.

 

Una conciencia, una mente, una mirada…

La unificación simbólica de los miembros

del cariotipo específico humano

en el nombre de la vida, de su ser

más íntimo –de su único ser.

 

Es el futuro. Cuando ni intereses

individuales ni colectivos guíen

la actividad de los humanos.

Cuando desaparezcan pueblos,

culturas, naciones… Cuando

se supere la mentalidad

(la conciencia) antropocéntrica.

Cuando el ‘hombre’ sea vencido.

 

3.

La codicia antropocéntrica (individual

o colectiva), la ambición de poder…

Las banderas, las bandas, los bandos…

La guerra intraespecífica –por el territorio,

por las materias primas, por el poder…

La explotación sin miramientos

del medio físico-químico. Dejamos

un hogar sucio, contaminado, maloliente…

Las consecuencias fatales para la vida

de la conducta de los humanos.

 

Ceguera, inconsciencia, vanidad,

egotismo, necedad… Cegado

por su antropocentrismo.

La ilusión antropocéntrica.

 

La vía purgativa. Dejar atrás

la vanidad, la ceguera, la necedad…

Superar al hombre en nosotros.

Todo lo humano. Etnias, fratrias,

patrias, banderas…

 

4.

Es la vida la que ríe

y llora en el hombre,

la que se goza

y se duele…

 

5.

Aquí no hablamos

ni de dioses,

ni de hombres.

 

6

Cosmos y vida.

Lo viviente

y lo no viviente.

Lo biótico

y lo abiótico.

 

7.

La vida no tiene a quien

preguntar, y no tiene quien

le responda. La vida, a sí misma

se pregunta, y a sí misma

se responde. No hay otro/otra.

La singularidad y la soledad

de la vida en el cosmos.

 

Un cosmos abiótico mudo,

silencioso, es nuestro hogar.

Luz, aire, agua, suelo…

soles y lunas… El entorno

abiótico. La cuna, el hogar.

 

Sólo el estudio de la vida

nos instruye acerca

de nosotros mismos

–acerca de nuestro ser,

y de nuestro sentido.

 

8.

La vida es la ‘luz’ en este cosmos

oscuro, silencioso, y frío. La vida

proyecta luz, orden, claridad…

Es orden proyectado. Introducimos

orden en el caos. Ya no caos, sino orden.

Cualquier orden es mejor que ninguno.

 

En un principio es el caos… La vida

establece un mundo, un cosmos…

un orden; un mundo entorno

accesible, manejable, familiar.

 

9.

La vida convierte el entorno abiótico

en un lugar habitable, en un hogar.

El aire, el agua, el suelo, la luz…

Todo transformado y adaptado

a la vida. La vida ha contribuido a ello.

 

La vida interacciona con el medio

entorno y lo modifica desde

el principio –desde su aparición

en la tierra. No es sólo la vida

la que se adapta a los diferentes

factores abióticos, estos también

resultan adaptados y modificados.

 

La interacción y la mutua dependencia.

La biosfera, tal como hoy la conocemos,

es obra de millones de años de interacción

entre la vida y el entorno abiótico.

 

10.

La tecnología explotadora

y depredadora de este neolítico

tardío, postrero, puede arruinar

la obra de millones de años

–el delicado equilibrio

ecológico logrado.

 

La durabilidad del ‘hombre’

pone en peligro la vida

en este planeta.

 

11.

La vida confundida, alienada

en una de sus criaturas. La vida

que a sí misma se ignora.

 

La vida se ha malinterpretado.

El cariotipo humano, su obra,

la ha confundido. Hasta el punto

de olvidar su esencia,

de olvidarse de ella misma.

 

Una confusión gramatical. El ‘yo’,

el sujeto de la actividad, era (y es)

en todo momento la vida.

 

12.

Es la vida la que tiene que ser

aleccionada, educada, instruida

acerca de sí. La vida única;

la sustancia viviente única.

Lo Uno primordial.

 

13.

La vida se reconoce en toda criatura,

tras todo dispositivo somático.

Allí, oculta, protegida…

 

14.

Ahora la vía perfectiva concierne

a la vida. El camino de perfección.

La excelencia. La vida ha de superar

el carácter fragmentario, individual…

que aparece en las criaturas.

Su ‘egoísmo’ y su ‘individualismo’.

 

15.

Ahora viene el saneamiento

en profundidad del hogar.

Hay que arrebatarle el timón

al ‘hombre’. A esa vida en particular,

embrutecida, ciega, inconsciente… 

La vida que ha perdido su norte.

 

*****

 

Hasta la próxima,

Manu

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