Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

viernes, 9 de noviembre de 2012

83) Carta a las 'generaciones identitarias' europeas

Carta a las ‘generaciones identitarias’ europeas.

Manu Rodríguez. Desde Europa (07/11/12).

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*El propósito de estas líneas es informar a los jóvenes identitarios europeos acerca de algunas webs y blogs estadounidenses. Ahora mismo es en EEUU donde podemos encontrar no sólo la vanguardia sino la edad de oro del pensamiento racial blanco (arya, indoeuropeo, o como gustéis). Digamos que los puntos de partida son el darwinismo, la sociobiología y la psicología evolutiva, y la genética, representados por autores ya clásicos como J. Philippe Rushton, autor de ‘Raza, evolución y conducta’, y Arthur R. Jensen (ambos recientemente fallecidos), entre varios otros de no menor importancia (Richard Lynn, Frank Salter…). El teórico más relevante en los momentos presentes es Kevin B. MacDonald, editor de ‘The Occidental Observer’ y ‘The Occidental Quaterley’ y autor de una trilogía indispensable: A people that shall dwell alone, Separation and its discontents, y The Culture of Critique. En ‘The Occidental Observer’ tenemos direcciones de importantes blogs y webs como ‘American Renaissance’ (Jared Taylor), ‘VDare’ (Peter Brimelow), o ‘Counter Currents’ (Greg Johnson), entre muchas otras. En ‘The Occidental Quatterley’ y en ‘American Renaissance’ encontraréis secciones (‘’back issues’ y similares) donde podréis descargar archivos pdf de sus pasadas publicaciones. La nómina de autores es extensa y los trabajos son de altísima calidad, y con una clara conciencia de sus raíces étnicas y culturales.

Ante el panorama un tanto exhausto y errático de las publicaciones europeas (restos del cometa GRECE) y ante las ambigüedades y titubeos de De Benoist (con sus citas bíblicas) y Faye con las ‘raíces’ judeo-cristianas de Europa (después de sus sonoras declaraciones ‘paganas’), y las veleidades de otros (Bouchet) con el islamismo (apelando torpemente al dicho ‘el enemigo de mi enemigo’), estas publicaciones que digo suponen una renovación y una profundización del temario racial blanco y son fundamentales para nuestra causa.

Extraigo algunos puntos de la declaración de Alianza por las libertades a la que pertenece Faye:

*L’Alliance pour les libertés se reconnaît dans les valeurs essentielles de la civilisation judéo-chrétienne qu’elle se propose de défendre et de promouvoir.

*L’Alliance pour les libertés affirme son attachement à la communauté euro-atlantique et sa totale solidarité à l’égard de l'État d’Israël.

*L’Alliance pour les libertés condamne le racisme, l’antisémitisme, le négationnisme et toute vision ethnique de la société.

A este respecto puede consultarse el artículo de Michael O´Meara (G. Faye y los judíos) y el de G. Faye (Llamada a los jóvenes europeos), publicados ambos en TOQ, este último con los comentarios de M. O´Meara y Greg Johnson.

El filo-judaísmo de Faye es compartido por la mayoría de los partidos nacionalistas europeos (caso holandés (Wilder), o suizo (Freysinger), entre otros), así como el apelar constantemente a las raíces judeo-cristianas de Europa. De este modo han terminado los discursos, y los políticos, de la nueva derecha europea, cortejando –sin éxito, por lo demás– a los judíos. Esta falta de claridad, de norte, de dignidad… Para terminar con este asunto consúltense estos dos artículos de Kevin B. MacDonald publicados en TOO: The Wilders Syndrome y Geert Wilders´ Unrequited Love.

Espero que esta información contribuya a aclarar y a reforzar intelectual y espiritualmente nuestras posiciones y nuestra causa.

Nuestra raza; Europa, nuestra tierra sagrada; y nuestras culturas. En estos tres pilares consiste nuestra causa. No más allá.

*Las circunstancias actuales son apremiantes, y angustiosas. Tienen algo de batalla final. Desde la cristianización, y la consiguiente pérdida de nuestras culturas autóctonas (mediante la cristianización también fuimos judaizados, no lo olvidemos), no padecemos un peligro semejante.

El universalismo cristiano que nos vendían aquellos judíos apóstoles de la gentilidad, y que acabó destruyendo nuestras culturas, es muy parecido al universalismo o internacionalismo que hoy nos vuelven a predicar los mismos judíos (Marx, Adorno, Marcuse, y tantos otros). Son judíos los grandes teóricos y promotores de la inmigración y el multiculturalismo en nuestras tierras. También tienen sus conversos –contrarios a ‘toda visión étnica de la sociedad’. La prédica actual se agrava con la presencia en nuestras tierras de millones y millones de musulmanes asiáticos y africanos. El Islam de Mahoma es otra ideología semita universalista y totalitaria. Es ya milenaria la ofensiva semita (judía, cristiana, y musulmana) contra los pueblos blancos.

En virtud de esta masiva presencia extranjera en nuestras tierras, esta vez nos lo jugamos todo: nuestra tierra, nuestras culturas, y nuestra misma existencia. Necesitamos brigadas blancas. Un ejército blanco, claro, limpio, puro. No queremos a otra gente ni a otros pueblos a nuestro lado. Esta es nuestra guerra; la guerra de los pueblos blancos contra un enemigo ancestral; un enemigo que hace cientos de años que procura nuestro mal y busca nuestra destrucción.

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Hasta la próxima,

Manu