Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

lunes, 4 de julio de 2016

139) La cuestión identitaria y el sistema (III)


La cuestión identitaria y el ‘sistema’ (III).


Manu Rodríguez. Desde Europa (04/07/16).

 

*

 

            *Comenzaré con unas palabras de Heidegger: “…Y el mundo espiritual de un pueblo no es la superestructura de una cultura, así como tampoco el arsenal de conocimientos y valores utilizables, sino que es el poder que más profundamente conserva las fuerzas de la tierra y de la sangre y que, en tanto tal poder, excita más íntimamente y conmueve más ampliamente su existencia.” (Heidegger, Autoafirmación de la Universidad alemana, 1933)
*Es penosa la situación de los indígenas americanos. Los ‘europeos’ han vuelto a desviarlos de su camino atrayéndolos, esta vez, hacia el marxismo. Primero el cristianismo, posteriormente, los ideales de la Rev. Francesa y de la Ilustración, y ahora el marxismo (el comunismo). No nos olvidemos del retorno del cristianismo con la ‘teología de la liberación’ de los años 60’ y 70’ del siglo pasado.
Cada una de estas ideologías los aparta de su condición étnica, de su identidad ancestral. Se trata de ideologías universalistas transétnicas, transculturales… Cada una de ellas les pide, les exige, la renuncia a su ser étnico y lingüístico-cultural.
En 2011 se publicó en Bolivia la obra de Slavoj Zizek, “¡Bienvenidos a tiempos interesantes!” La edición estuvo a cargo de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, que preside Álvaro García Linera, intelectual afín a los nuevos marxistas como E. Laclau, A. Negri, o S. Zizek. El texto no tiene desperdicios por lo que nos enseña acerca de las estrategias disolutivas, desintegradoras, de las ideologías judeo-mesiánicas (políticas, económicas, o religiosas); de sus discursos, de sus argumentos, de sus ‘razones’. Citaré algunos fragmentos.
Primero veamos algunas palabras del texto del propio S. Zizek. En la presentación: “…En nuestra historia, ‘tiempos interesantes’ son, de hecho, tiempos de ‘inestabilidad, guerra y lucha por el poder’ que dejan millones de víctimas inocentes sufriendo las consecuencias. … Una posición radical-emancipatoria auténtica no retrocede frente a semejantes situaciones de peligro: conscientes de los horrores que éstas suponen, se atreve a usarlas como oportunidades para el cambio social… Los seis ensayos de este libro trata de contribuir a ese espíritu radical-emancipatorio que alguna vez fue llamado comunismo…”   En página 19 del texto: …“Más que nunca la respuesta a cada crisis (del capital internacional) ha de ser más internacionalista y universalista que la universalidad del capital global. La idea de resistir al capital global en nombre de la defensa de identidades étnicas particulares es más suicida que nunca…”  En páginas 25-26: “…hoy, más que nunca, uno debería tener en mente que el comunismo comienza con el ‘uso público de la razón’… con la universalidad igualitaria del pensamiento. Cuando San Pablo dice que, desde el punto de vista cristiano, ‘no hay ni mujeres ni hombres, ni judíos ni griegos’, afirma con  ello que las raíces ‘étnicas’, la identidad nacional, etc., no son una categoría de verdad, o, para ponerlo en términos kantianos precisos, cuando reflexionamos sobre nuestras raíces étnicas practicamos un uso privado de la razón, un uso limitado por presuposiciones dogmáticas contingentes, i.e., actuamos como individuos ‘inmaduros’, no como seres humanos libres que habitan la universalidad de la razón…”
Adviértase la consideración de la reflexión sobre nuestras raíces étnicas como ‘presuposiciones dogmáticas contingentes’ –la  etnia como un aspecto contingente de nuestra existencia. Nada hay menos contingente en nuestra existencia que nuestra condición étnica, uno pertenece a la raza caucásica, o a la masai, o a la quechua, o a la aimara –y digo bien, se ‘pertenece’, ‘pertenecemos’; somos ‘pertenencia’. Nuestro sexo, nuestra raza, y nuestro entorno lingüístico-cultural son las determinaciones necesarias que marcan nuestro ser. La pertenencia a un sexo, a un grupo étnico, y a una cultura nos ‘marcan’ desde que nacemos. La reflexión limitada por ‘presuposiciones dogmaticas contingentes’ es la que se efectúa desde determinadas ideologías o creencias, sean éstas religiosas, políticas, o filosóficas. Estas ideologías o ‘weltanschaung’ son, en todo momento y en todo lugar, eventuales, circunstanciales, temporales… relativas, contingentes. Por lo demás, la conciencia étnica o identitaria no es una conciencia privada, sino colectiva, responde al colectivo étnico al que pertenecemos, es la voz del pueblo al que pertenecemos.
Los pueblos ancestrales no tienen ideología o visión del mundo, tienen cultura. Y la cultura de un pueblo en su religión (aquello que les religa y les hace uno). Y el ‘mundo espiritual’ de un pueblo… (recordemos las palabras iniciales de Heidegger).
Obsérvese igualmente la prédica de lo ‘igualitario’ en su sentido transétnico, transcultural… ‘universal’, en lo que vienen a coincidir cristianos, marxistas, y demócratas liberales. Con todo, se aspira a una universalidad aún más grande y poderosa (‘más internacionalista y universalista’) que la del ‘capital global’ –un ‘globo’ más grande, vale decir, más perfecto, más acabado, más eficaz... mejor. La ‘comunista’ es la ‘otra’ globalización.
Adviértase, finalmente, la apelación a las ‘autoridades’, ya teológicas, ya políticas, ya filosóficas. No encontramos más que sofismas en cada frase, en cada argumento, en cada razón… por todos lados.
El objetivo es acallar la voz del propio pueblo, apartar a los indígenas (de cualquier latitud) de su propio camino, de su ser ancestral.
Desde el punto de vista étnico (el del propio pueblo, el del propio interés) no podemos ver estas prédicas a nosotros dirigidas más que como una ofensa, aún más, como un ataque directo a nuestro ser biosimbólico con ánimo de destruirlo; de destruir nuestras ancestrales señas de identidad. Es el truco del ‘cuco’. Pretenden desalojar el ‘huevo’ propio para que incubemos ‘huevos’ ajenos.
La obra es una maldita carta pastoral; una obra de apostolado entre los ‘gentiles’. Una suerte de “carta a las comunidades indígenas americanas”. Es una muestra más de la aculturación y la enculturación que padecen constantemente los pueblos indígenas americanos. El paso que se les incita a dar, el que les conduce al olvido del ser propio… una vez más. (También nosotros, los pueblos europeos, o de origen europeo, padecemos este permanente acoso; también a nosotros, como gentiles, se nos desvía constantemente de nuestro camino).
Terminaré estas citas del texto de Zizek con su defensa de la violencia y el terror ‘revolucionario’, muy habitual en los nuevos marxistas o la nueva izquierda. En páginas 22-24: “…Cercanamente relacionada a esta desfechitización de la democracia (véase más abajo las citas del prólogo) está la desfechitización de su contraparte negativa, la violencia. Badiou propuso recientemente la fórmula de una ‘violencia defensiva’… …no se puede separar la violencia de la existencia misma del Estado (como aparato de dominación de clase): desde el punto de vista de los subordinados y oprimidos, la existencia misma del Estado es un hecho de violencia (en el mismo sentido en que, por ejemplo, Robespierre dijo, en su defensa del regicidio, que no se tiene que probar que el rey haya cometido ningún crimen específico, ya que la mera existencia del rey es un crimen, una ofensa para la libertad del pueblo). En este sentido, estricto, toda violencia del oprimido contra la clase dominante y su Estado es en última instancia ‘defensiva’… …Para los oprimidos, la violencia es siempre legítima (ya que su mismo estatus es el resultado de la violencia a la que están expuestos) pero nunca necesaria (es siempre una cuestión de consideraciones estratégicas el usar o no la violencia contra el enemigo). … En breve: el tema de la violencia debe ser desmitificado. El problema del comunismo del siglo XX no era que recurriera a la violencia per se (la toma violenta del poder estatal, el terror para mantener el poder), sino un modo general de funcionamiento que hizo esta recurrencia  a la violencia inevitable y legítima (el Partido como instrumento de la necesidad histórica, etc.)…”
Zizek ha hecho específicas defensas del terror rojo en textos sobre Robespierre (el divino terror), Lenin (‘Repetir Lenin’…), y Trotky (prólogo a ‘Terrorismo y Comunismo’), si bien el tema es tratado elogiosamente aquí y allá en sus obras (y en la de otros post-marxistas). Véase la impunidad con la que los comunistas predican y defienden la práctica de la violencia y el terror en el ejercicio del poder. Yo reto a cualquiera que lea estas líneas a que encuentre tal apología de la violencia y del terror en los textos de Hitler, Goebbels, von Ribbentrop, o Rosemberg. Y sin embargo, son los textos de los nacionalsocialistas los prohibidos. ¿Por qué? Los textos de Marx y Engels, los de Lenin, los de Trotsky… los de Mao… circulan abiertamente, se reeditan sin ningún problema. Los teóricos y estadistas del régimen más criminal que han conocido los pueblos de la tierra.
Resulta instructivo que Zizek no cite a ninguno de los defensores anarquistas y anarco-sindicalistas de la violencia (Proudhon, Bakunin, Sorel…).
(Una primera elaboración de “¡Bienvenidos a tiempos interesantes!” apareció por primera vez como epílogo en la obra “Viviendo en el final de los tiempos” (2010). Las citas sobre la violencia y el terror pertenecen a uno de los parágrafos del epílogo que lleva por título “¿Por qué la verdad es violenta?”.  Parte de este mismo parágrafo se publicó en la revista Jacobin Magazine (estadounidense) con el título “The Jacobin Spirit. On violence and democracy.”)
En Zizek (y otros) tenemos ya al cristianismo, a la ‘ilustración’ y los ideales de la revolución francesa, y al marxismo, del mismo lado de las barricadas… Los múltiples rostros del universalismo judeo-mesiánico. El coro de voces tramposas, aquellas que conducen a la muerte y al olvido. Un tenebroso monstruo policéfalo, este ‘sistema’.
Estos autores, estos nuevos marxistas, están del mismo lado que los inquisidores, con su mezcla de piedad y de terror. ¿Qué no harían si pudieran; qué no volverían a hacer?
Ahora veamos algunas palabras del prólogo, firmado por Josefa Salmón: …“En preparación de su llegada (marzo 2011) se han formado grupos para discutir su obra, grupos apoyados y estimulados por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia… estos grupos de lectura se han aproximado a las ideas de Zizek entrando en lo que éste llama el ‘uso público de la razón’. Este uso permite alejarse de nuestro ser particular, étnico, es decir, de lo que él llama el ‘uso privado de la razón’…”…  “¡Bienvenidos a tiempos interesantes! Nos reta a tomar una posición ‘radical-emancipatoria auténtica’… La crítica más fuerte de ¡Bienvenidos…! es sin duda al capitalismo… …el mayor peligro, según Zizek, que cita a A. Badiou, es la ‘ilusión democrática’, es decir, ‘la aceptación de los mecanismos democráticos como marco final y definitivo de todo cambio’, lo cual evita el cambio radical de las relaciones capitalistas. Por eso, en el último y bello capítulo de este libro, Zizek, a través de un cuento de Kafka, ‘Josefina la cantora, o el pueblo de los cantores’, propone lo que serían sus ‘Notas para una definición de la cultura comunista’ (título del sexto y último capítulo). Según Zizek (citando ahora a Frederic Jameson), se podría leer este cuento como la propuesta de Kafka de una utopía socio-política, de su ‘visión de una sociedad comunista radicalmente igualitaria’… …la lectura de esta última sección nos deja con la ilusión de la posibilidad de la existencia de tal sociedad comunista… donde exista más igualdad… Para lograr esta equidad hay que ser guiados por lo que Zizek llama el ‘frío pensamiento racional’.”
He aquí una conversa. He aquí el sacrificio del ser étnico y cultural en el nombre del dios ‘razón’ y del ‘comunismo’. De nuevo “abandónate a ti mismo, abandona aquello que te hace ser lo que eres… y sígueme.” Así se prosigue la colonización y la desposesión de los pueblos indígenas americanos (y de los pueblos del planeta).
Son ya incontables los pueblos víctimas de estos ominosos predicadores, la multitud de pueblos engañados, manipulados, desposeídos, sacrificados… extinguidos. La obra de los misioneros y propagandistas cristianos, musulmanes… demócratas, comunistas…
Hay palabras en Alan Woods (prólogo de ‘los escritos sobre el fascismo’, de Trotsky –2004) que tienen que ver con esto que digo: “Combatiremos a la reacción en todas sus formas, movilizando el poder del movimiento obrero para oponerse a los fascistas allá donde levanten la cabeza. Combatiremos el racismo y lucharemos para unir a la clase obrera, eliminando todas las distinciones raciales, lingüísticas, religiosas o nacionales.”
He aquí la razón de la sinrazón; la lógica de la necedad, de la locura, y de la muerte –el demencial ‘racionalismo’ implícito en demo-liberales y comunistas.
Es, no lo olvidemos, el futuro deseado por el ‘sistema’. Una sola masa humana, una sola lengua, una sola ideología. Acabar con las ‘diferencias’, con las ‘distinciones’ (aquello que nos distingue a unos de otros)… homologar (étnica y culturalmente). Ésta es la meta tanto del ‘capitalismo’, como del ‘comunismo’.
*Las palabras citadas de la obra de Zizek denotan bien a las claras la intención destructora de la conciencia étnica de los pueblos indígenas americanos y su conversión ideológica al marxismo (comunismo) –en esta ocasión. Las palabras de la prologuista nos muestran el éxito de estos apóstoles de la proletarización de los pueblos (de los ‘gentiles’; de los ‘otros’) en su predicación. No olvidemos que P. Iglesias e I. Errejón (miembros de ‘Podemos’) anduvieron también por tierras bolivianas como consejeros de Evo Morales, y que la tesis doctoral de I. Errejón versa sobre ‘la lucha por la hegemonía en el primer gobierno de MAS’ (Movimiento al socialismo, de Evo Morales). Como virus se difunden; como el cuco, a costa del anfitrión. Es una pandemia ideológica, cultural, simbólica. Y es una patología social.
Hay que decir que, en numerosos casos, hemos sido los europeos, los más útiles entre los tontos útiles, los vectores de estas pandemias sociales. Los primeros infectados, los inconscientes difusores de los simbolemas y culturemas más letales para los pueblos (cristianismo, ‘racionalismo’, comunismo…).
En todo momento se trataba de etnocentrismo y supremacismo, ciertamente, pero no de etnocentrismo o supremacismo ‘blanco’, o europeo, como a primera vista pudiera parecer. Entiéndase esto. Averígüese de dónde salen estas ‘ideas’ universales; quién pone en circulación estas nocivas ideologías; qué pueblo o grupo étnico es el responsable último… Cui bono?
Los pueblos europeos. Los últimos llegados, los más jóvenes entre los subtipos humanos… Ingenuos, inmaduros… No hemos sabido preservar ni salvaguardar nuestro ser, que es la ley fundamental que garantiza el futuro de los pueblos. Descuidamos el ser propio –como cosa sin valor. Como adolescentes nos comportamos. ¿Cuándo maduraremos?
*Los Estados latinoamericanos se han convertido en un laboratorio político para los intelectuales del ‘sistema’ europeos o estadounidenses (la nueva izquierda). Es la colonización que no cesa. Colonización intelectual, cultural, política, económica…
Dicho sea de paso, la función de los intelectuales marxistas o neo-marxistas, de los intelectuales ‘orgánicos’, en términos gramscianos, es la de crear en las poblaciones la atmósfera cultural apropiada para que el ‘comunismo’ caiga como fruta madura. Algo similar a lo que ocurrió con los intelectuales que propiciaron la Revolución francesa –la  población acabó demandando los cambios (económicos, políticos… ideológicos…) que requería la burguesía incipiente para acceder al poder. Todos sabemos, o deberíamos saber, que la ‘cosa’ terminó, simplemente, con un cambio de ‘Amo’. ¿Quién es el grupo emergente que, en esta ocasión, quiere el poder; quiere ser el ‘Amo’? ¿Quién el que arrastra y manipula a las multitudes de esta manera? Las consignas ideológicas que difunden los neo-marxistas (transnacionales, transétnicas…) coinciden absolutamente con los requerimientos del ‘sistema’ –del capitalismo internacional (de la ideología demo-liberal). Son los fundamentos sociales y culturales, el clima social y cultural que ambas ideologías buscan –el  desarraigo (biosimbólico) universal. Hay razones para incluir a ambas corrientes en el ‘sistema’, como las dos caras de una misma moneda. Son fuerzas complementarias del ‘sistema’. Unos explotan la fuerza de trabajo de la masa desarraigada, del proletariado apátrida, los otros explotan sus penalidades y miserias. En definitiva, no nos dejan otras posibilidades que ‘Matrix’ (el caos que vivimos), y la utopía –la ‘Nueva Sión’ (que es el mismo horror, pero sublimado).
Véanse los elogios a la burguesía capitalista en el mismo “Manifiesto comunista” de Marx y Engels; como una fuerza destructora de pueblos, de tradiciones ancestrales, homogeneizadora, ‘revolucionaria’. Todo lo que ligaba a las comunidades al pasado, a su pasado, estaba siendo aniquilado por el modo de producción capitalista. Y eso era bueno para el ‘comunismo’. La civilización eminentemente urbana que crea el capitalismo (la emigración del campo a la ciudad): el desarraigo universal –el surgimiento del proletariado apátrida; las  masas salariales desarraigadas, sin pasado. La misma burguesía empujaba a las masas trabajadoras en manos de los comunistas; las convertía en presas fáciles, débiles (espiritualmente), vulnerables. Sin duda que son fuerzas solidarias –mutuamente auxiliares. Entre ambas se reparten el botín.
La labor que los intelectuales demo-liberales y neo-marxistas realizan habitualmente en Europa y los países blancos en general, labor disuasoria, desalentadora con respecto al ser biosimbólico ancestral, se realiza ya a nivel planetario. He aquí las verdaderas ideologías etnocidas, aquellos que quieren acabar con las etnias tradicionales sea en la teoría, sea en la práctica (mediante la mezcla y disolución de pueblos y culturas). Está claro que nos quieren jorobar a todos.
Estos son los enemigos de los pueblos, los enemigos con los que tenemos que lidiar los pueblos ancestrales –los pueblos indígenas del planeta. La fuerza de sus palabras, de sus discursos; de sus trampas, de sus redes. La fuerza de la ‘araña universal’.
Los caminos errados, las trampas al ‘ser’ nuestro para desviarnos de nuestro camino, para que nos olvidemos de nosotros mismos, de nuestro ‘ser’ milenario.
*Actualmente la fusión de cristianismo, psicoanálisis, y marxismo se ha convertido en una poderosa triaca. La ‘araña universal’ tiende sus hilos, fusiona sus diferencias. Se habla de freudo-marxismo y de marxismo lacaniano, y en los últimos años se tiene al apóstol Saulo (el apóstol de los ‘gentiles’) como el creador del ‘universalismo’ (en Badiou…) y modelo a seguir (sus razones, sus argumentos).
La unión de marxismo y psicoanálisis tiene una larga historia, comienza en los años treinta del siglo pasado con E. Fromm, W. Reich… prosigue con Adorno, Marcuse… luego Derrida… Finalmente, con Badiou, Negri, Zizek y otros, la inclusión del cristianismo (su universalismo) es ya definitiva. Tres ideologías judías.  Se trata del ‘mesianismo’ judío, en cualquier caso.
*Estos neo-marxistas, estos intelectuales ‘orgánicos’, quieren cumplir en nuestras sociedades ‘capitalistas’ multiétnicas y multiculturales (en Occidente) el papel que el judeo-mesianismo cumplió en la Roma cosmopolita (multiétnica, multicultural…), o incluso en la Grecia helenística, igualmente cosmopolita (consúltese el judeo-mesianismo de Filón de Alejandría dos siglos antes de la aparición del cristianismo) –se trata del mismo papel desintegrador.
Frente al universalismo ‘politeísta’ del ‘imperio’, o del mundo helenístico, el universalismo ‘monoteísta’ del judeo-mesianismo.
Las raíces ideológicas de los modernos universalismos (la ‘ilustración’, la revolución francesa, el marxismo o comunismo, la democracia…) son básicamente judías y cristianas, aunque contienen también aspectos universalistas que provienen de corrientes filosóficas griegas y romanas (de sus períodos de decadencia) como el estoicismo y el epicureísmo.
El olvido del ser propio que se produce en las culturas griega y romana en sus períodos de decadencia. Las ideologías universales son productos típicos de los imperios multiculturales y multiétnicos. Se produce una proliferación de credos (filosóficos, religiosos o políticos) que transcienden la propia étnica o la propia cultura; que tratan de resolver el caos ‘cosmopolita’ proporcionando ‘salidas’. Es un (mal) síntoma del malestar que produce la sociedad multiétnica y multicultural (Matrix o Nueva Sión); del caos, del desorden… del desarraigo universal.
*El ‘sistema’ no se limita a criminalizar, condenar, perseguir, prohibir… el nacionalismo étnico (el nazismo) mediante legislaciones ad hoc. También se le insulta, se le ridiculiza, o se le ‘exorciza’ con términos o conceptos que proceden del discurso psicoanalítico (Freud y Lacan), o del marxista. El identitarismo, el indigenismo,  o el nacionalismo étnico es ya una ‘evidente’ patología (narcisismo, neurosis, psicosis, perversión…), o una simple manifestación del ‘capitalismo’ (lo cual es una verdadera incongruencia).
Estos modernos conjuros, hechizos, o anatemas, con los que se pretenden paralizar y enmudecer a los identitarios, tuvieron su comienzo ya en los años 30 del siglo pasado. Desde la filosofía, desde el psicoanálisis, desde la economía política, desde el derecho, desde la sociología… no se escatimaron esfuerzos para destruir conceptualmente el identitarismo o nacionalismo étnico. Léase a L. Trotsky, W. Reich, a Adorno, a Marcuse, a Lukács, a Arendt, a Derrida… o, más recientemente, a A. Badiou, a S. Zizek… Cientos, miles… Las huestes del ‘sistema’. Las más ‘ilustres’ plumas, las más efectivas, las más poderosas, las más belicosas y destructivas…
La intención de estas cultas ‘maldiciones’ es minar la confianza que en sí mismos pudieran tener aquellos que albergan ideas y sentimientos identitarios, hacerles sentir ‘mal’, introducir el malestar… Son armas psicológicas paralizantes…
Contra el identitarismo étnico y cultural. La guerra psicológica, de propaganda (en los mass media). Desde finales de la IIGM. Guerra psicológica, ideológica, moral… cultural en amplio sentido. No les basta con la condena jurídica; con la legal prohibición y persecución. La guerra contra el nacionalismo étnico de origen europeo (el nazismo), no ha terminado. El objetivo final es nuestra extinción (étnica y cultural).
Responder como se debe a este insulto, a este agravio, a este atropello. Aplastar las cabezas de este multiforme monstruo que es el ‘sistema’.  Expulsar de nuestras tierras y de nuestros cielos a esta miserable canalla. Limpiar, clarificar; despejar estas tierras sagradas nuestras, y nuestros sagrados cielos.
Como una tromba purificadora entraremos en la historia. La revuelta de los indígenas, de los nativos europeos. Aún más, la revolución de los pueblos ancestrales, que corren el peligro de desaparecer. La revolución cultural de los pueblos indígenas; las luchas culturales de liberación. Contra las ideologías universales (sean religiosas, políticas, o económicas), contra el ‘sistema; contra la ‘araña universal’. La revolución mundial de los pueblos de la tierra.
Esto es lo que (nos) queda. Ésta labor; ésta lucha, éste combate. Si queremos seguir siendo; si, como etnia y como cultura, queremos tener un futuro.
Voluntad de futuro. No demos esta guerra por perdida. Nos jugamos el ser.
*Abrí este trabajo con palabras de Heidegger, y con palabras de Heidegger lo cerraré. Se trata de dos pequeños discursos dados el 10 y el 11 de Noviembre de 1933 con ocasión de referéndum convocado por Hitler. Los términos del referéndum tenían que ver con la salida de Alemania de la ‘Sociedad de Naciones’ propuesta por Hitler y su Gobierno. Y el pueblo voto masivamente el ‘sí’ a la salida.
La ‘Sociedad de Naciones’ fue la primera organización supranacional de los tiempos modernos. Las organizaciones supranacionales (económicas, políticas, jurídicas, militares…) que hoy gobiernan el planeta son una constante amenaza para la independencia y la soberanía de los Estados. Hoy como ayer. Son instrumentos de poder en manos de las grandes potencias. Multitud de naciones ha tiempo que han perdido autonomía, independencia, libertad, soberanía…
Las organizaciones supranacionales, tanto las continentales (UE) como las internacionales (ONU, OTAN, FMI, TPI (ICP)…), tienen que desaparecer. Por el bien de los pueblos ancestrales.
Heidegger expone con claridad que sólo fuera de la ‘Sociedad de Naciones’ (tal y como estaba constituida, y por su misma finalidad –como instrumento de alienación y de dominio de las potencias hegemónicas del momento) era posible para un pueblo alcanzar la plenitud de su existencia (la propia responsabilidad sobre sí –el hacerse cargo de sí), y postula, además, otra Comunidad, pero no de ‘Estados’, sino de pueblos conscientes de sí.
Veamos ahora algunos fragmentos de estos dos inspirados discursos, esenciales, a mi manera de ver, para la causa identitaria o étnica de todos los pueblos. Se podría decir que son palabras dirigidas a todos los pueblos (étnicos, originarios, singulares):
Llamada a los alemanes. Viernes 10 de Noviembre de 1933. Publicado en el ‘Periódico de los Estudiantes de Friburgo’.
¡Alemanes, alemanas!
El pueblo alemán ha sido llamado por el Führer para votar… …le ofrece la posibilidad directa de la decisión más sublime y libre de todas: si el pueblo entero quiere o no su propia existencia.
La singularidad de este voto proviene de la simple grandeza de la decisión que se trata de tomar… Esta decisión última lleva lejos, consiste en la demanda más básica de la existencia, que es la de preservar y salvaguardar su propio ser. Por ahí se erige una barrera entre lo que puede ser exigido al pueblo y lo que no. En el nombre de esta ley fundamental del honor, el pueblo salvaguarda la dignidad (Würde) y la determinación de su ser (Wesens).
No es la ambición, la pasión de la gloria, la voluntad ciega por querer singularizarse… no es el apetito de poder lo que ha incitado al Führer a salir de la “Sociedad de las Naciones”...
Eso no significa darle la espalda a la comunidad de los pueblos. Al contrario, nuestro pueblo, a través de este paso, se coloca bajo la autoridad de esta ley esencial  (Wesengesetz) para toda existencia humana, a la cual todo pueblo debe primero obediencia si quiere seguir siendo un pueblo
Querer una verdadera comunidad de los pueblos (Völkergemeinschaft), es algo que se distingue tanto de una vaga fraternización universal que no compromete a nada, como de una ciega dominación tiránica...
Nuestra voluntad de ser étnicamente responsables de nosotros mismos quiere que cada pueblo encuentre y salvaguarde la grandeza y la verdad de su destino. Esta voluntad es la garantía suprema de la seguridad de los pueblos...
El 12 de noviembre, el pueblo alemán entero va a escoger su futuro… …Hay una única voluntad, la que quiere la existencia plena y total del Estado…
¡Nadie puede abstenerse el día en el que se debe declarar esta voluntad!
***
Discurso pronunciado en Leipzig. Sábado 11 de noviembre 1933.
¡Profesores alemanes y camaradas!
¡Connacionales étnicos alemanes y alemanas!
…El pueblo va a elegir mañana nada menos que su porvenir.
…Esta decisión (Entscheidung) definitiva va muy lejos, hasta el punto de poner a nuestro pueblo en el límite (Grenze) mismo de su propia existencia. ¿Y en qué consiste este límite? Consiste en la exigencia primera de todo ser (Seins), la de guardar y proteger su propia esencia (sein eigenes Wesen). Por eso mismo se erige un límite ente lo que puede ser requerido de un pueblo y lo que no. En el nombre de esta ley esencial (Wesengesetz) del honor, el pueblo salvaguarda la dignidad y la determinación de su ser. La voluntad de responsabilizase, sin embargo, no es solamente la ley básica  o fundamental (Grundsgesetz) de la existencia de nuestro pueblo; es, a la vez, el acontecimiento fundamental en el cual toma toda su realidad el Estado nacionalsocialista…
…¿Qué ocurre, entonces, con tal querer (voluntad)?... ¿Conllevará eso desencadenar la ausencia de leyes? ¡No! Es profesar lúcidamente la inviolable independencia de todo pueblo. ¿Es renegar del espíritu de creación de un pueblo de tradición espiritual y hacer pedazos su herencia histórica? ¡No! Es el despertar de una juventud que ha sido purificada y reencuentra ahora las raíces de donde ella va a sacar su crecimiento…
¿De qué tipo de acontecimiento se trata entonces? El pueblo recupera la verdad de su voluntad de existir (Daseinwillens); porque “verdad” no es otra cosa que la plena manifestación (Offenbankeit) de lo que hace a un pueblo seguro, claro y fuerte en su acción y su saber…
Nosotros nos hemos liberado de la idolatría de un pensamiento sin arraigo y débil (Boden-und machtlosen  Denkens). Nosotros vemos el final de la filosofía que se puso a su servicio… …El valor original en el debate con el ser… …el valor de preguntar (der fragende Mut) es experimentar los abismos de la existencia (Abgründe des Daseins), y no ceder ante el vértigo, este valor ya es en sí una respuesta más elevada que cualquiera de las réplicas baratas que producen los sistemas de pensamiento (Gedankensysteme)  artificialmente construidos.
Y así nosotros (docentes), a quienes debe ser confiada en el futuro la protección de la voluntad de saber de nuestro pueblo, declaramos: la revolución nacionalsocialista no es simplemente la asunción del poder por un partido ya existente en el Estado, partido que habría crecido para este fin. Al contrario, esta revolución es la causa de la total transformación de nuestra existencia como Alemanes. En lo sucesivo todo asunto exige decisión, y todo acto responsabilidad. Nosotros sabemos que si la voluntad de ser responsables de sí llega a ser la ley (Gesetz) que gobierna la coexistencia de los pueblos, cada pueblo podrá y deberá necesariamente ser capaz de enseñar a todos los demás la riqueza y la fuerza de las grandes acciones y trabajos del ser humano.
La elección que el pueblo alemán tiene ahora que hacer, ya por el solo hecho de ser un acontecimiento –y por completo independiente del resultado– es lo que ya atestigua más fuertemente la nueva realidad alemana del Estado nacionalsocialista.
*
Hasta la próxima,
Manu