Genogramas
III.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (09/02/19).
*****
1.
La
escritura es un fluido,
síntesis
de tierra y cielo.
Fluido
corporal, mental,
espiritual
al cabo.
Una
sola cosa.
2.
La
espiritualidad está ligada
a la
creación. Emerge en la creación.
El
goce misterioso es el goce creador.
3.
Todo
lo vivo se articula en torno
al
amor. Las configuraciones,
las
paradas. La producción
y
la reproducción.
El
creador, como amante,
esparce
su semilla,
poliniza
a la comunidad.
Semilla
diurna, solar.
4.
El
odio es síntoma de la debilidad, del temor,
como
el amor lo es del deseo, y del vigor.
Ama
quien tiene, odia quien teme.
5.
No
hace falta cámara oscura,
todo
sucede a la luz,
a
cielo descubierto.
Nada
hay en lo interior
que
no esté en lo exterior.
6.
De
no ser por la reproducción,
ni
siquiera nos miraríamos.
Si
pudiéramos reproducirnos
por
nosotros mismos,
nos
ignoraríamos mutuamente.
La
reproducción nos obliga
a
buscarnos, a reparar en los otros;
nos
liga necesariamente a la otra parte.
Por
la reproducción tenemos
el
deseo, el amor, el querer…
7.
La
espiritualidad es bondad-bella-de-ver.
Da.
Enriquece el patrimonio.
Multiplica
la hacienda de todos.
8.
El
alma a flor de piel.
Trasparencia
no es el término,
porque
no se trata de ver
a
través de gestos y palabras,
sino
de ver en gestos y palabras
todo
lo que hay que ver.
9.
El
lenguaje es una rebelión
del
sonido contra el silencio,
de
la luz contra la oscuridad,
del
ser contra el no-ser.
La
vida misma.
Romper
el silencio,
irrumpir
en la oscuridad.
La
irrupción de luz y sonido.
El
gran estallido resplandeciente.
La
gran explosión.
Contra
la muerte, la nada,
el
olvido, el silencio,
las
tinieblas, el no-ser.
Toda
actividad.
10.
Con
la palabra decimos y nos decimos.
Con
la palabra, nosotros, iluminamos,
disipamos
confusión y tinieblas.
Con la palabra construimos.
Nuestra
palabra resuena en el mundo;
nuestra
presencia, nuestra luz.
11.
La
envoltura lingüístico-cultural.
La
atmósfera, el alimento del genouma.
Lo
que recibe y lo que da.
Lo
que entra y lo que sale.
Cada
día, en cada momento,
necesitamos
este material.
Es
como el aire, como el agua…
Nos
es vital.
12.
La
palabra articulada.
La
síntesis de secuencias
verbales
o escritas.
¿Con
ello, qué?
Con
ello, todo.
13.
El
modo óptimo de decir,
de
decirnos, de decir el mundo
y
cuanto nos rodea. De esto se trata.
Fiable,
óptimo, necesario, vital.
Tan
importante es el asunto
lingüístico-cultural.
Su limpieza,
su
pureza, su verdad, su bondad.
14.
La
piel cultural. Células muertas
que
se arrastran, se llevan consigo.
¡Fuera
lo muerto y lo podrido!
Higiene
cultural.
15.
A
flor de piel estamos,
asomados,
atentos, prestos.
En
el ojo, el oído, en la mano,
en
el pie. Recibiendo y emitiendo.
Preguntando
y respondiendo.
Inquiriendo,
infiriendo el medio
natural
y el medio cultural.
En
todo momento ponderando,
dilucidando,
decodificando.
Ciertamente,
no sólo estamos
tras
la envoltura somática,
sino
también en ella.
En
la mirada, en el semblante,
en
la voz. En los gestos
y
en los movimientos todos.
Es
un flujo, una corriente
de
información para cualquiera,
para
quien quiera.
Sucede
al deambular.
Resultamos
ser figuras simbólicas.
La
envoltura es decodificable.
La
atmósfera, el aire que envuelve,
que
dimana la criatura. Signos flotantes,
referenciales,
culturales, sociales.
Uno
compone su envoltura
con
elementos culturales, simbólicos.
16.
La
palabra no es vana.
La
lengua no es un artificio,
no
es una convención,
no
es arbitraria.
Nos
es necesaria incluso
para
ser, para llegar a ser.
Sin
la lengua ‘yo’ no sería.
Si
me hubiera faltado
en
mis primeros años,
no
sabría, no podría decir.
Silencio,
tinieblas, caos.
Todo
calla salvo la lengua.
La
lengua organiza, ilumina,
dice
el mundo que nos rodea.
17.
Es
preciso acumular argumentos,
razones
para los venideros.
Es
preciso que circulen, por otro lado.
La
gran batalla se juega aquí y ahora.
En
estos momentos de transición.
Dar
los pasos intermedios
para
alcanzar un cierto más allá
milenario
que a todos nos espera.
Crear
la atmósfera respirable.
Metabolitos
simbólicos
respirables,
asimilables,
aptos.
El aire, el agua,
la
luz… para los futuros.
Son
tiempos de fundación.
18.
Lo
perecedero es el origen
de
lo imperecedero;
lo
mortal de lo inmortal.
Lo
duradero y estable
tiene
su origen
en
lo mudable
y
pasajero.
*****
Hasta la
próxima,
Manu
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