Genogramas
XLVII.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (10/12/20).
*****
1.
El deseo
no es del cuerpo, del soma,
sino del
alma, del genouma.
Tiene su
origen y término
en la
sustancia genética,
en la
sustancia viviente única.
En todo
momento es el genouma
el que
hace y el que padece.
2.
La
poética es el goce
y el
dolor creador.
El
tormento del creador.
La
experiencia sublime.
La
estética es la alegría,
la dicha
en la contemplación.
La
visión sublime.
La
experiencia sublime.
La
armonía, el acuerdo,
el
orden.
3.
Ética no
es lo que hay que hacer
sino lo
que se hace.
E,
igualmente, la poética.
Ni las
buenas palabras
ni los
buenos deseos.
Sino la
acción
siempre
perdurable.
No hay
meta, ni próxima,
ni
lejana. La acción,
la
actividad, es la meta,
el
camino.
4.
Un
cosmos que alberga vida
inteligente,
parlante, inquisitiva…
Una vida
que se ha dotado
de ojos,
oídos, pies, manos…
lengua,
cerebro… para interpretar,
para
comprender el mundo
en el
que hemos venido a ser.
5.
Más
claro, más oscuro, más pesado,
más
liviano, más grave, más agudo…
Relativo
a la percepción, a la criatura,
al
cariotipo, al genosoma. Queda la luz,
el peso,
el sonido… queda el color,
la
temperatura, queda el sabor.
Este
mundo es múltiplemente
perceptible.
Así nombramos
diferencias.
La temperatura,
el
sonido, la luz, la distancia,
la
magnitud…. Estos conceptos son,
empero,
universales, si bien relativos.
6.
En
verdad, nada del anterior
período
satisface; ningún
lenguaje
del pasado satisface.
Todo
queda obsoleto,
rancio,
lejos, atrás,
insuficiente,
otra cosa…
7.
El
neolítico, y los ‘hombres’ forjados
durante
este período por las diferentes
civilizaciones,
han quedado atrás.
Vivimos
la violenta agonía del neolítico
–las
ideologías religiosas y políticas
que se
gestaron durante el período
más
antropocéntrico y antropomórfico
de la
‘humanidad’ se resisten a morir,
a
desaparecer.
Si no
dejamos atrás el neolítico,
sus
perversas ideologías acabarán
con
nosotros. Acabarán con el planeta.
8.
La
codicia, la intolerancia religiosa,
política…
el antropocentrismo…
Todo el planeta
contaminado,
perturbado,
sucio, roto…
El aire,
las aguas, la tierra…
los
pueblos, las culturas…
El árbol
mismo de la vida.
El
legado del neolítico.
9.
Los
pocos miles años que llevamos
sobre la
tierra es nada, apenas empezamos.
Estamos,
pues, en la infancia, por así decir,
y sin
embargo, parecemos ya ancianos.
Demencia
senil. Decadencia. Pero se trata,
esperemos,
de la decadencia del neolítico.
Necesitamos
salir del laberinto del neolítico,
del
período antropocéntrico. De sus ideologías,
de sus
‘mundos’. Dejar atrás al ‘hombre’.
La
muchedumbre de fieles, de creyentes,
de
incultos… de ‘hombres’ del neolítico.
¿Cuánto
tiempo durará’ ¿Cuántas generaciones?
Es
preciso, con todo, cimentar aquí,
justamente
en este territorio,
la casa
del futuro. El hogar de la vida
inteligente
en el cosmos.
Es
preciso que la vida –Nos–
prosiga,
aún con estos parámetros
culturales
indeseables.
10.
La
filosofía es una incursión
por el
extravío y la arrogancia
de los
humanos.
El arte
–la ‘poiesis’–
es
un alivio en el camino.
11.
Lo que
dejamos atrás
está
hundido,
disuelto,
deshecho…
es
territorio
ya
inhabitable.
El arte
y el pensamiento
de
nuestra época abren
un
período milenario.
Nuestra
posición actual
es “sin
retorno posible”.
Los
actuales somos
los
primitivos
de un
nuevo período.
12.
Vida
capaz de decir el mundo,
de
pensarlo, de percibirlo
y
reflexionarlo como tal.
Vida
como la nuestra.
Vida que
interroga
y se
interroga.
Vida que
quiere saber.
13.
Mundo
ambivalente, frío, caliente, tibio…
Una
sustancia enfrentada consigo misma.
Auto-fagocitosis.
Auto consumo.
La
violencia. Pero también el amor.
14.
Genoumas,
almas sexuadas.
Espíritus
apasionados.
El amor,
el odio,
el
deseo, el temor…
15.
Escombros.
Ruinas.
Todo el
pasado.
Desierto
helado.
Lo que
queda es el vacío,
el
hundimiento de todo,
la ruina
de todo.
Nada nos
viste;
nada nos
vale.
16.
La
unidad sustancial. El ser sustancial.
La
sustancia viviente única.
Cuando
nace y cuando muere;
cuando
sufre y cuando goza;
cuando
destruye y cuando crea.
En todo
momento y en todo lugar.
La
unidad sustancial. El ‘uno’.
La
unidad fragmentada,
multiplicada,
dispersa.
Una y la
misma.
17.
El
hombre aniquilado;
superado;
dejado atrás.
Desaparecido.
Formas
culturales agotadas.
Las
culturas del pasado.
Fórmulas
que han perdido
vigencia.
Extrañas,
ajenas a
nuestro hoy.
*****
Hasta la próxima,
Manu
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