Genogramas
CII.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (28/03/23).
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1.
Un ejercicio de imaginación. Los individuos
podemos considerarnos células independientes
(como mónadas) con su sustancia genética,
libre o enucleada, como centro de mando
y coordinación (similar al papel que cumple
el cerebro), y con los receptores de membrana
que equivaldrían a los sentidos. El sistema
nervioso,
que lleva la información al cerebro, sería
equivalente
a los transductores (que llevan la información
a los ácidos nucleicos). La acción recomendada
(la respuesta) proviene de la sustancia
genética/cerebro.
No olvidemos que no es el cerebro-sistema nervioso
o las neuronas los que reciben y emiten información
(las vías aferentes y eferentes), sino la sustancia
genética desde el núcleo de las neuronas.
Todo parece indicar que la sustancia genética
siguió el exitoso ‘modelo’ de organización celular
para la ‘creación’ de los ulteriores organismos
pluricelulares (con sus centros de coordinación
y mando supra-celulares). Protozoos y metazoos.
Isomorfismo, transformaciones.
Los ‘sujetos’ genéticos siempre protegidos
en el interior de sus somas, pero no aislados
del mundo entorno. Las mónadas con puertas
y ventanas específicas (la fisiología de los
diferentes organismos).
2.
Adaptación y adaptabilidad. La fisiología
y el comportamiento de los organismos
dan constancia de la voluntad de poder
de la sustancia viviente única, del ser primordial.
La impulsión del sistema vital y
la voluntad
de poder. La voluntad de poder
como
la voluntad/pulsión fundamental.
La pulsión de dominio.
3.
El
perspectivismo y la voluntad de poder son,
a mi
manera de ver, los instrumentos conceptuales
más
eficaces para acercarnos a la vida,
a nuestro
ser primordial; para ‘conocernos’
a nosotros
mismos (como la vida que somos).
4.
Nosotros y nuestro mundo entorno.
Pero no olvidemos que nuestra percepción
del mundo entorno está constreñida y limitada
por nuestra fisiología específica. Por más
que hablemos como ‘vida’ nuestro mundo
entorno ‘es’ el mundo entorno de los humanos.
La sustancia genética no puede representarse
el mundo sino a través de sus dispositivos
somáticos.
Necesita representárselo, y de ahí los receptores
de membrana o los sentidos…
En todas las formas vivas (los cariotipos
específicos)
el ‘hacerse (o el tener) una idea’ del mundo entorno
es una necesidad. Mejor una representación falsa
que ninguna. Es una cuestión de supervivencia.
El ‘mundo’, pues, como ‘ilusión’ (invención,
ficción,
creación), pero es una ilusión/ficción necesaria.
Los ‘mundos’ han de ser recordados, y esto
presupone ‘memoria’. El mundo que se tiene
ha de ser tenido constantemente en cuenta
(ha de estar siempre presente). Así pues,
percepción/sensación, interpretación/representación
y conciencia/memoria. Percepción y apercepción.
Lo percibido o sentido ha de ser interpretado como
‘información’, si bien es información relativa
a los perceptores o sentidos con los que se cuenta.
Con los
datos (correctos o incorrectos;
subjetivos
y relativos) que los receptores
de
membrana (o los sentidos) llevan al núcleo
o centro
de decisiones los ácidos nucleicos
elaboran,
construyen un mundo, una realidad…
Y es en
este mundo fingido, en esta realidad
supuesta
donde vivimos, por donde nos movemos
y
caminamos. La vida, la vida que piensa/quiere/siente
es la que
‘crea’ el mundo en el que vive, y todo
lo que
éste contiene, incluida ella misma.
No se trata tanto de conocer como de tener una idea
del mundo entorno. La duda o incertidumbre acerca
de la veracidad o la falsedad de la representación
del entorno no se planteaba en los primeros
momentos
(‘esto’ es lo que percibo, ‘esto’ es lo que hay). La
duda
paralizaría la acción. El origen de la ‘ilusión’.
Podemos
incluso decir que más que
interpretación/representación
del mundo entorno hay invención o creación
–un mundo fingido, imaginado, supuesto…
El dominio del medio. La representación del mundo
entorno no tiene otra finalidad que su dominio.
Podemos imaginar a los ácidos nucleicos
(a los primeros replicadores) encerrados y aislados
en el interior de burbujas (los ‘coacervados’)
y sin ninguna información del exterior.
La percepción/sensación tuvo que ser ‘creada’
para poder tener una idea del mundo entorno.
La percepción/sensación no sería, pues, un hecho
originario. ¿Quién ‘quería’ o necesitaba tener
una idea de lo que había más allá de la burbuja
protectora? ¿Tenían estos primeros replicadores
conciencia de sí? Convendría distinguir el complejo
percepción/apercepción, de la conciencia de sí.
¿Primero, entonces, la conciencia de sí?
5.
La atracción-repulsión como ‘pasiones’
originarias. Lo que nos viene (o hace) bien
y lo que nos viene (o hace) mal. Lo que nos debilita
y lo que nos fortalece… Lo que nos beneficia
y lo que nos daña… Lo beneficioso, lo nocivo,
lo inocuo… Lo bueno y lo malo… En los grupos
humanos, las primitivas experiencias (actividades,
comportamientos, alimentos…) y el origen de la
ética.
6.
Experiencias
y memoria en la sustancia genética
desde su
origen. Lo que se experimenta, lo que se vive.
Necesidad
vital de la memoria, del recuerdo.
La duda o
desconfianza acerca de lo vivido
o
experimentado, así como de su recuerdo,
irían en
perjuicio de la propia vida. Más allá…
La
percepción y la apercepción, la conciencia
de sí, la
memoria, la pulsión de dominio…
Lo
consustancial a la misma vida.
7.
El pensar
en el querer y el sentir;
el querer
el sentir y en el pensar;
el sentir
en el pensar y el querer…
Todo en
uno.
8.
Al ámbito pulsional se le malentiende.
Es ‘la fuerza que por el verde tallo impulsa la
flor’…
Es la fuerza motriz, la impulsión del sistema vital…
Hay que atender a la voluntad/pulsión fundamental,
la voluntad de poder/pulsión de dominio…
De ahí se deriva todo, de ahí se derivan los
‘mundos’…
La sustancia genética, el ser primordial, lo Uno
primordial…
siente, quiere, piensa y recuerda desde su origen.
La percepción, el sentir, y el juzgar o ponderar
lo que hay más allá de la ‘piel’. La
atracción-repulsión.
La percepción físico-química en los primeros
organismos creados (los quimio-receptores).
La evolución de los organismos (los dispositivos
somáticos) y la ‘invención’ de los sentidos
(mecano-receptores, foto-receptores,
termo-receptores,
electro-receptores...). De ahí las
‘representaciones’.
9.
La biocomunicacion estrictamente
físico-química en los primeros organismos.
También en los microorganismos
encontramos la subjetividad colectiva
(la biocomunicacion entre bacterias
con un ‘lenguaje’ bioquímico ‘universal’).
10.
“La fuerza
que por el verde tallo impulsa la flor…”
El
‘espíritu’ (el piloto) en la máquina…
La
expresión perceptible… El ser primordial.
11.
El retrogrado, el reaccionario, el obsoleto…
el incomprensible narcisismo identitario
(individual y colectivo) en estos tiempos
post-darwinianos y post-einstenianos…
El envanecimiento, el orgullo nacional,
religioso, político (de clase), étnico…
Sus lamentables consecuencias (guerras,
odios…).
El narcisismo identitario
(nacionalista, étnico,
religioso, político…) y la
conciencia gregaria…
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Saludos,
Manu
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