Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

jueves, 9 de abril de 2020

209) Genogramas XXXI


Genogramas XXXI.

 


Manu Rodríguez. Desde Gaiia (09/04/20).

 

 
                                                                  *****

 
1.

Cada aurora
es una victoria
sobre las tinieblas.

2.

La rama florida, solar.
La que lleva Nexus.
 
3.
 
Hay que crear,
configurar,
componer.

Una cultura.
Una forma de vida.
Un lenguaje.
Una escritura.

Ser. Estar dentro.
Desde el interior.

4.

Proyectar hacia el futuro.
Ser de aquellos que
configuran el mañana.
Hemos de dar vida, animar,
agitar, mover, iniciar el juego.
Poblar ese espacio.
Jugar.

5.

Pensamiento poderoso el de Xenus/Nexus.
Retumban los cielos a su paso.

6.

Algún día seremos
un pueblo que a sí mismo
se sucede. Que se hereda.
Que prosigue sin solución
de continuidad su camino…
Que no pierde el hilo,
el propio hilo,
la propia identidad.

7.

La palabra, la escritura.
Es un espacio único,
virtualmente eterno,
imperecedero, actual.
Sin puertas, ni ventanas,
ni muros que escalar.

8.

Allí donde la lira
cromática conduce.

Con la palabra, con la escritura,
alcanzamos el futuro

9.

Genogramas.
Cromogramas.
Hierogramas.
Pensamientos escritos
y pintados.

Símbolos. Contraseñas.
Claves. 

10.

La aurora, el amanecer,
el nuevo día. La mañana.
El aire puro.
La atmósfera matinal.
Las luces. El despertar
de las criaturas tras
la noche tenebrosa.

11.

Es el genouma –los genes y la mente.
Los genes y la inteligencia.
Es la vida, siempre inteligente

12.

Textos rutilantes, encendidos,
rápidos, vertiginosos, jadeantes…
Dignos.

13.

La nave diurna, solar.
El caballo de oro.
El pájaro de fuego.

Los venideros.

14.
 
Los principios de individualidad,
de autonomía o de enriquecimiento
personal jamás podrán competir
con el simple y escueto principio
de solidaridad, con el ‘camino rojo’
del que nos habla ‘Alce Rojo’; jamás.

Cuando alguien descubre una técnica
de pesca o de caza no se la reserva
para sí sino que la revela al grupo;
no se convierte en un secreto
–en un modo de producción secreto,
privado, de uso privado.
El conocimiento o los bienes
culturales son comunes y el descubridor
piensa antes que nada en los beneficios
que alcanzará al propio pueblo,
al propio grupo o comunidad.

Por el contrario, piénsese al extremo que
hemos llegado con el mayor descubrimiento
de la historia de la humanidad, que es
el descubrimiento de los ácidos nucleicos
(de la sustancia genética) y del código genético.
(Podemos decir sin asomo de duda que
hemos descubierto nuestro mismo ser.)

Lo que vemos es su apropiación
por las industrias farmacéuticas
y la creación de patentes biológicas.
Algo aberrante, pero también sintomático.
 
15.

Es una nave plegable
que se puede transportar
en un bolsillo. Es una nave
ligera de llevar.

El navío volador.
La nave estelar.
El velero solar.
La ruta aérea.

16.

Vientos que inspiran,
que alientan,
que impulsan.

Vientos favorables,
norteados, dirigidos,
con sentido. Como vectores.
Como flechas de anhelo…

17.

Agni, el fuego, es palabra, término,
o concepto ligado al plasma germinal,
al principio vital de todas las criaturas.
Lo que hoy entendemos por genes o genoma.
Su propia generación está relacionada
con la simbología de la reproducción
–las  ‘aráni’ o varillas usadas para producir
el fuego (una masculina y otra femenina).

La semilla, la ardiente semilla es, a su vez,
el ardor, el ánimo, el ímpetu. Es la luz
que ilumina la oscuridad. El espíritu,
la mente. La luz intelectual. El ardor
espiritual, el encendimiento.
La espiritualidad misma.
La devoción, el fervor.
Principio vital,
y principio espiritual.

18.

La ardiente semilla que somos.
El héroe es fuego encendido,
recorrido, avivado. Instruido,
aleccionado, amamantado, ungido.

19.

El fuego propio y el colectivo.
El genio propio y el colectivo.
La ardiente semilla.
Esta y aquella.

20.

El rayo. El soplo  creador
que hiende la dura oscura nube.
La quiebra, la parte, la tritura.
Extrae su jugo, el ansiado aguacero,
la cascada, el chaparrón.
Ésta es la experiencia del rayo.
El que rasga la nube, el que ilumina
las tinieblas. La súbita llamarada.

21.

Viento colérico,
viento apacible;
vientos alegres.

 
*****

Hasta la próxima,

Manu

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