Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

jueves, 23 de abril de 2020

210) Genogramas XXXII


Genogramas XXXII.

 

 
Manu Rodríguez. Desde Gaiia (23/04/20).

 

 
                                                                  *****

 
1.

Criaturas de los bosques y de las aguas.
Potros y yeguas. Alondras mañaneras.
Alegres, rientes vientos de la mañana.

2.

La sierra montañosa,
elevada y de bosques
tupida.

3.

El rayo polícromo.
Genogramas.
Cromogramas.
Cromosomas.

4.

Un día nuestra vida. Un día ligado
a una sucesión de días.
Es de ayer y de antes de ayer,
y de pasado mañana.
Es una sucesión, una teoría de soles,
de mañanas, y de días. Un flujo.

5.

Cuando amanece, en las primeras
luces de la mañana. Las auroras.
Los fluidos días, las fluidas auroras.

6.

Agridulce licor,
sublime embriaguez.

7.

Resopla, murmura el fuego.
La inflación de la llama.
Resopla como un caballo,
como un potro. Es un bufido.
Súbito. Una estruendosa inflación.
De súbito crece, se inflama, se expande.
Cuando, tranquilo, crepita y centellea,
o palpita como si respirara.
El fuego crepita;
el fuego resopla, suena.

8.

Alegres, impetuosos vientos.
Adolescentes. Chicos y chicas.
Potros y yeguas.

9.
La dama de los bosques
y de los montes. La alta,
la elevada señora.
La señora de las cuevas.
La que proporciona albergue.
La que lleva en su seno el fuego.

10.

En el corazón ríos, cuevas,
bosques, lagos y montañas.
Fluye por torrenteras,
por caídas de agua,
por vados y remansos,
por las venas del bosque.
Señora de los fluidos,
señora de los bosques,
de la madera. Madre
de vientos impetuosos,
adolescentes.

11.

Es la primavera sagrada.
Despertad, yeguas y potros.
Con la aurora, con la mañana,
con el nuevo día.

Damas y caballeros.
Flores de la caballería.
Tropa de héroes.
Haced la distinción.

12.

Vivientes luces, vientos,
brisas, rocíos, nieblas
de la mañana, criaturas
del día y de la aurora.
Diurnas, solares.

Gestadas en la noche.
En altas montañas,
en albergues escondidos.
A la luz del cielo estrellado.

13.

Criaturas de las nieblas y rocíos de la mañana,
de las aguas manantiales, de los vientos
y las brisas. Vientos alegres, rientes.

Criaturas de las aguas y de los bosques.
Recién nacidas, venidas, traídas
a la luz del cielo, del día.
Apenas nacidas. Adolescentes,
jóvenes. Chicos y Chicas.

Los rientes. La tropa de héroes.
Los hacedores del futuro. Los poetas.
Creadores de la mañana
y de las primeras luces del día.
El futuro os espera.

14.

Hijos de la Aurora. Soles nuevos.
Nueva primavera. Savia nueva
que reverdece el tallo e impulsa
nuevas ramas, flores y frutos.
Árboles erguidos, jóvenes, nuevos.
Aves activas, despiertas, vivas.

15.

La larga noche hasta el día.
Noche clara, atestada de estrellas.
Las estrellas son criaturas de la noche.
De la noche brotan
los incandescentes soles.
Soles que paren planetas;
que forman sistemas,
burbujas, heliosferas.

16.

Tierra, planeta vivo. Planeta que alberga vida.
La sustancia genética es la sustancia viviente
única; es el señor/la señora de las criaturas,
de la biosfera. Creador. Creadora.

Planeta acondicionado, preparado, hecho
albergue de vida. La sustancia genética
ha interaccionado con el medio físico-químico.
La biosfera es en buena medida obra suya,
de la sustancia viviente única.

Las capas atmosféricas que envuelven
y protegen al planeta vivo. Los filtros
protectores que atenúan o desvían los rayos,
las partículas que dificultarían la estabilidad
de las formas vivas, que la harían muy difícil.
Es la combustión de millones de años
la que va haciendo esa mágica envoltura
que nos protege. Sin esa malla no seríamos.

La palabra es también como esa malla
que nos protege del vacío, de la oscuridad,
del silencio, del frío. El mundo nos llega
a través de las mallas cruzadas de la palabra.
Las palabras son estrellas en la noche,
fuegos, luminarias.

17.

A los cultores del agua, del fuego,
del aire en derredor,
de lo verde en derredor,
de la vida.

Nuevas y nuevos. Adolescentes.
Tropa galante de la aurora y del día.
Bienaventurados, avasalladores.
Vientos nuevos.

A las rientes y nuevas primaveras.

18.

Cometa, meteoro, nave que va.
Libre y ligada. Suelta y atada.
El nexo es su figura.
El ‘orden’ es el modo y manera.

19.

En la región de los retoños,
en la tierra de los vivientes.
En la morada de los radiantes.

20.

La alta, la elevada. La montañosa.
La blanca dama. La dama de los bosques.
Señora de los vivientes.
Señora de las sagradas sedes,
del puente oscilante. Señora de la luz.
Señora de los genogramas,
de los cromosomas, de las fluidas runas.
Señora del orden, del modo y manera.
Madre de los vivientes, de los poetas,
de los hacedores. Musa fiable,
puntual, discreta. La resplandeciente,
la solar, la ilustre y hermosísima dama,
la excesiva y turbadora aurora.
La nueva, la novísima primavera.
Ver novum; ver sacrum.
“Rossa nouela de oliente jardín…”.
De la tierra de los vivientes
nos ha venido este arbusto florido.

 
*****

Saludos,
 
Manu

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