Genogramas
XXXIII.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (09/05/20).
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1.
¡Oh,
héroes! Estableced la distancia.
Mostrad
lo que se puede.
La
excelencia. La fortuna.
La
misma natura.
2.
La
transparencia y el día.
Éter
y Hémera.
Esto
trae la palabra
a
los del interior.
3.
Escandiendo
nubes,
nevando
sobre la amada,
relampagueando
airado.
4.
La
atmósfera que se respira.
El
mundo en el que se vive –no hay otro.
Es
la tierra de la eterna juventud.
5.
La
sierra, la cordillera, los bosques.
La
venerable, la alta, la elevada planicie.
Más
allá del camino oscilante,
de
la misma escritura. Silencio.
Habla
la dama de los bosques,
la
señora de las aguas manantiales.
Señora
de las criaturas, de aves,
de
osos, de árboles frutales,
de
colmenas, del hidromiel…
6.
El
oso de pie junto al árbol.
El
ave sobre la grupa del toro,
ciervos,
gamos, caballos, leones…
La
urna de plata. El recipiente
de
Maykop. El oso a la izquierda
de
la cordillera o sierra. A izquierda
y
derecha de la cordillera
descienden
dos ríos que van a dar
a
un lago alrededor del cual dan
vueltas
los animales. El oso
se
destaca arriba, a la izquierda.
De
pie, encaramado a un árbol,
buscando
miel, o madroños.
Los
osos, los solitarios,
los
comedores de miel,
los
conocedores del bosque.
Son
lugares simbólicos.
Lugares
comunes.
De árboles, de bosques,
de cadenas montañosas;
de osos, de aves;
de
ríos y de lagos…
7.
La
inflación, el resoplido
de
la llama. El canto
elogioso,
coral…
vehemente
y sincero.
8.
Palabras
que son como micro-cristales,
sales
cristalinas que cubren, protegen,
ornan,
rodean por completo ramas secas,
esquemas
simples, escuetos.
Vértices
y aristas cristalinas.
Los
mismos signos aparecen
en
configuraciones diversas,
sirven
aquí y allá.
9.
Es
la región más encendida. La más
elevada.
En la región del fuego.
Donde
las criaturas de los aguas
manantiales
y de los bosques.
En
estos tiempos primordiales.
El
árbol, el caballo, el ave…
los
osos solitarios. Los solitarios
del
bosque. Seres de los orígenes.
En
lo más alto de las más altas
montañas.
Cerca del sol, de la luna
y
de las estrellas; cerca de la luz,
del
calor, del fuego.
10.
Lo
inconmensurable, lo ilimitado.
El
vasto cielo. El vasto cosmos.
El
ilimitado espacio.
Matriz.
Semillero celeste.
El
sincero entusiasmo espiritual.
La
espiritualidad genuina, veraz.
No
es tanto la invención como
el
entusiasmo, la vivencia espiritual
explicitada.
Es el fervor, la sinceridad.
Es
la palabra encendida, levantada,
alzada,
erguida, en pie. El alto recitativo.
Las
tiradas resplandecen, relampaguean.
Son
como rayos. Las secuencias,
las
expresiones. Expresiones tan directas
y
sencillas como difíciles de imitar o de fingir.
Los
poetas no ceden la cumbre jamás.
Los bardos. Los comedores de miel.
Hay
plenitud, hay gratitud. Hay alegría.
El
canto directo, el aforismo, el rayo.
Súbito
y fugaz. Es la rapidez, el vértigo.
12.
El
nuevo mundo que vivimos. Hemos dejado
atrás
el período de tinieblas. No vivimos
en
una noche tenebrosa y oscura, sino
en
una mañana, en las primeras luces del día.
Rodeado
de creadores. Nuestros padres,
nuestros
abuelos, bisabuelos y tatarabuelos…
Los
últimos doscientos años. Lamarck, Darwin…
Son
los padres fundadores del nuevo período.
Nosotros
mismos, que continuamos su labor.
Estamos
en los inicios.
La
síntesis está servida. El nuevo mundo.
La
nueva tierra y el nuevo cielo.
Los
nuevos espacios.
13.
Un
instinto de limpieza, de veracidad,
de
forma, de medida, de excelencia,
de
distancia, de dignidad, de decencia,
de
decoro. No de gazmoñería.
14.
El
celo sacerdotal acaba con la luz.
La
sombría luz sacerdotal sepulta
la
luz del creador, del poeta…
De
la aurea semilla.
De
los óptimos, en verdad.
15.
La
hoja de papel, la tablilla.
Cuando
se escribe, o se compone.
El
norte de la hoja es el norte polar.
El
eje de la hoja. De arriba abajo.
La
hoja es el altar. Las runas se vierten
sobre
el rectángulo sagrado. Son el fuego
del
altar. Zumo clarificado, purificado.
Cromogramas, genogramas.
La
escritura como un acto sagrado.
La
composición, la expresión.
Lo
hecho. La acción, el acto mismo.
Es
la responsabilidad que se tiene
con
el resto de las acciones, de los hechos,
de
las actividades. Como acto de cultura.
Esto
es, de vínculo con un mundo,
de
compromiso con un mundo, de acto
simbólico.
La fe, la confianza,
el
compromiso con unas prácticas
simbólicas,
colectivas. Sagradas. Corales.
Se
celebra un acto simbólico, sagrado.
No
es el horror al vacío,
sino
la responsabilidad
que
se tiene a la hora
de
añadir, de hacer, de crear.
La
hora de ponerse ante la hoja,
ante
el rectángulo sagrado;
de
sacrificar. De elaborar
síntesis,
metabolitos
culturales,
simbólicos.
Savia
elaborada.
Ésta
es la actitud, la disposición
con
respecto a la praxis de la lengua,
de
la cultura, de la palabra, de la escritura.
La
deuda, el deber que, con el legado
y
con el colectivo, tienen los veraces,
los
portadores, los cultores, los creadores.
El
cuido del legado. La labor de los poetas,
de
los escribas; su orden, su mandato, su deber.
Es
lo que se espera, porque los escribas
son,
desde antiguo, los garantes de la verdad;
los
cultores del orden, del modo y manera.
*****
Hasta
la próxima,
Manu
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