Genogramas
LII.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (24/02/21).
*****
1.
Las
condiciones espirituales
de
existencia de un pueblo.
Lo
que exige, lo que crea
a
su alrededor; el entorno
simbólico
que genera.
Digno
y decoroso.
A
su medida,
y
a su gusto.
Sitúate.
Aquí y ahora.
Proyéctate
en el futuro,
piensa
en el futuro.
¿Qué
clase de futuro
quieres
para ti,
para
tus hijos,
y
para los hijos
de
tus hijos?
2.
Aquí viene el sol, me dan ganas
de
decir cuando te veo aparecer
cada
mañana; aquí vienen la luz,
y
la claridad; aquí vienen la gracia,
la
pureza, y la ternura. ¡Ay, Alba!
Me
lastima tu presencia, me hiere
tu
perfección, me hace daño
tu
rostro divino; me duele
contemplarte.
Tu inaccesibilidad
me
mata.
Reapareces
arrebatadora, como siempre;
dorada
por el sol. Sonriente. Amable.
Repartiendo
dicha y alegría. ¡Oh, Alba!
Caigo
rendido a tus pies. Haz conmigo
lo
que quieras. Sea tu voluntad.
La
sublime señora. La divina Alba.
La
joven, la renovada aurora.
Dulce
peligro es seguir los pasos
que
hacia ti conducen,
que
hacia ti me llevan.
3.
Lo
que hagamos las generaciones
presentes,
en las circunstancias
históricas
que nos ha tocado vivir,
repercutirá
en la vida de los futuros,
en
nuestros hijos y herederos.
Lo
que hagamos,
y
lo que dejemos de hacer.
Las
circunstancias históricas
que
vivimos nos envuelven
a
todos. En este nuevo período
comienza
verdaderamente
la
historia universal; los procesos
y
movimientos son ya a nivel planetario.
Es
tiempo de refrescar la memoria,
de
renacer; de responder a los futuros.
De
corresponder. Aquí y ahora,
en plena aurora.
4.
Es una guerra declarada contra
lo
más tenebroso de nuestra condición.
Es
un conflicto histórico que afecta
a
todos los individuos y a todos los pueblos.
Y
es un conflicto de leyenda que será
recordado
durante milenios.
¿Qué
recordaremos en el futuro,
qué
recordarán nuestros hijos
y
herederos; la derrota, o la victoria?
Los
sucesos por venir afectarán
a
todos los pueblos. Hemos alcanzado
la
sincronización en todo el planeta
–por
primera vez en la historia
de
la humanidad. Recién comenzamos
una
historia universal.
Ahora
marchamos todos a una.
Ideologías
que van contra la vida,
contra
la diversidad, contra los otros.
En
el nombre de un dios,
en
el nombre de la justicia,
en
el nombre de la humanidad,
en
el nombre de la libertad,
en
el nombre del amor…
Ésta
es su impostura milenaria.
Malditos
sean por toda la eternidad.
Vendrán
las generaciones necesarias,
conscientes,
decididas. Las generaciones
heroicas.
A la altura de los acontecimientos
históricos
que nos ha tocado vivir.
Será
la última batalla, el combate final.
Las
tinieblas se disiparán, la mañana
se
aclarará. Lo conseguiremos con nuestras
lenguas
y con nuestras manos. Venceremos.
Purificaremos
el nuevo día para los venideros.
5.
La
arrogancia, y la soberbia,
así
como la impostura y el espíritu
de
usurpación, lo encontramos
en
las ideologías, culturas, y pueblos,
que
se legitiman a sí mismos
para
destruir la cultura de otro pueblo,
o
para privarlos de su territorio.
En
el nombre de algún dios étnico y local,
o
de principios igualmente étnicos y locales.
Hablo
de las ideologías religiosas, filosóficas
y
políticas del neolítico. Estas ideologías
son
precisamente las que aún hoy siguen
compitiendo
por el dominio espiritual
y
material del planeta. La mixtificación,
la
violencia, y la destrucción son su patrimonio,
podríamos
decir; su criminal legado.
Una
reacción contra estas ideologías,
sería
algo digno de ver. Hablo de un rechazo
natural;
de un gran rechazo. Sería un síntoma
de
nuestra salud. Como un cuerpo sano
que
arrojara o expulsara lejos de sí un cuerpo
extraño.
Se cura, se purifica.
Pero,
¿a quién hablo, a quién me dirijo?
¿Dónde
están los pueblos sanos
y
orgullosos de sí, dónde están
los
pueblos con vocación de futuro?
6.
Yo soy Manu, el amante
de
la Aurora virginal;
el
enamorado de la hija
del
Cielo.
La
Aurora de miembros
luminosos
es reveladora
del
orden cósmico,
de
la verdad, del ser;
anuncia
la claridad
y
el nuevo día.
7.
¡Oh,
Alba! No me abandones,
no
desaparezcas de mi vida.
¿Qué
te retiene; quién te retiene?
Alba
detenida, impedida.
Sombrías
nubes ocultan
tu
esplendor. No hay luz,
no
hay sol, no hay día.
Atmósfera
opresiva, mórbida.
Bochorno.
Aire estanco.
Estoy
desalentado.
8.
Yo
invoco a la brisa,
y
a los vientos matinales.
Yo
invoco a los futuros;
a
hombres y mujeres;
a
la tropa adolescente.
¡Soplad
benditos;
despejad
el horizonte!
Estoy
aquí, esperando
un
frente claro,
diurno,
blanquiazul.
Luminoso.
Un frente
contra
los tenebrosos.
No
pueden ganar la partida
los
neolíticos; no otra vez,
no
de nuevo. ¿Qué sería
del
futuro de la vida,
de
nuestro futuro?
9.
¿Hasta
cuándo estaremos
en
suspenso; hasta cuándo?
La
sombra avanza por doquier
tiznando y oscureciéndolo todo.
Nos
precipitamos en el abismo,
en
la muerte y el olvido.
Despertad,
disipad las tinieblas,
que
claree la mañana,
que
venga el nuevo día.
No
permitáis nuestra derrota
una
vez más.
10.
Tenemos
que ser veraces,
sutiles,
y certeros. Necesitamos
guerreros
de la palabra;
filósofos
guerreros.
Es
la palabra verdadera
la
que derrota, la que pulveriza,
la
que aniquila. Aniquila
en
nuestras mentes
y
en nuestros corazones.
Es
el arma perfecta.
Como
un rayo
abate
las tinieblas,
y trae la luz.
*****
Hasta la próxima,
Manu
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