Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

miércoles, 10 de marzo de 2021

231) Genogramas LIII

Genogramas LIII.

 

Manu Rodríguez. Desde Gaiia (10/03/21).

 

                                                                  *****


1.

Salir de los laberintos conceptuales

del neolítico. La victoria sobre el neolítico

en los momentos presentes supondrá

la derrota de los aspectos más sombríos

de nuestro pasado; será una purificación.

 

Todo ha cambiado. Todos los mundos

del neolítico han perdido color y sabor

(el sol, la luna, y las estrellas del neolítico

han perdido su luz).

2.

El proceso de renovación cultural

que se ha dado en Europa ha puesto

a muchos pueblos con un pie en el futuro.

Pues bien, ambos, los diversos pueblos

y el radiante futuro, están amenazados

y en peligro.

 

La nave Futuro escora, tiembla,

cruje; nos despeñamos, nos hundimos,

desaparecemos. Éste es el negro futuro

que nos espera si nada hacemos.

Hemos de recuperar nuestro horizonte,

nuestro rumbo; hemos de recuperarnos

a nosotros mismos.

 

Salir de ahí, de esto se trata;

de esa locura. Liberarnos,

verdaderamente. Des-alienarnos.

Dejar atrás. Renovarnos; renacer.

 

Sólo desde un mundo otro,

desde nuestro futuro,

venceremos.

3.

Para los libres y para los sometidos

escribo. Para que los libres cuiden

y protejan su libertad, y para que

los sometidos la recobren o alcancen.

4.

Un ejército en la sombra;

una sombra que avanza

cada día. Se extiende como

una patología social

por todos los rincones

del planeta. Puedo verlo

desde la atalaya.

Nada ni nadie,

de momento,

la detiene.

5.

Mundo desquiciado,

descompuesto, roto.

 

Perseverar en el ser supone,

aquí y ahora, vencer.

6.

Un viento impetuoso

seremos contra el mal;

contra nuestro mal.

Venceremos.                                               

7.

Somos los primeros de una nueva era;

somos la aurora de este nuevo período.

Anunciamos el futuro, somos el futuro.

No va a sucumbir esta aurora, este futuro

en ciernes, esta nueva primavera.

 

Somos nuevos, y de ahí nuestro balbuceo.

No acertamos a decir. No acertamos a decirnos.

No tenemos nombre aún. El homo ‘nexus’.

Los seres biosimbólicos nuevos.

Nuestra voluntad de futuro no tiene igual.

Nada ni nadie podrá con este

nuevo día que inauguramos.

8.

Tarde o temprano se responderá.

Será masivo el clamor; universal.

Como una súbita aurora.

 

El impulso del ser que nos anima.

El que nos mueve; el que nos lleva

hacia adelante. El ser que somos;

ése hablará y responderá. Ya se

advierte su presencia; ya comienza

a relumbrar en nuestras palabras

y en nuestros actos.

 

Los escollos que ahora nos detienen

serán superados, dejados atrás;

vencidos. Apenas si comenzamos

nuestra singladura.

 

El futuro es de este recién nacido,

de esta nueva criatura, de este nuevo

ser que ya ha logrado vencer

a las serpientes que rodeaban su cuna.

Ningún peligro espiritual del pasado

le acecha o le puede. 

9. 

No es un ser sombrío el que nos alienta.

El ser que nos asiste, y que somos, está

emparentado con la luz.

 

Es un ser luminoso y activo; y un ser

que tutela y alienta la claridad, y la libertad.

Ya recorren de nuevo nuestras

calles estos magnos conceptos.

El conocimiento, la verdad;

el análisis, la crítica, la luz.

Libertad para conocer, pensar,

decir; amar, vivir, ser. Ya están

de nuevo en nuestros labios

estas sublimes consignas;

las consignas de nuestro ser.

 

Son consignas purificadoras,

fortalecedoras, enriquecedoras.

Que dignifican, que honran,

que enaltecen; que entusiasman,

que arrastran, que enamoran.

Que vencen.

10.

Vientos de libertad me llegan;

vientos de alegría. El ser nuestro

se levanta, se yergue; se despereza.

 

De nuevo nos alienta, nos empuja,

nos guía, nos protege. Nuestro

sublime ser, nuestro símbolo inefable.

 

Este levantarse, esta aurora,

esta claridad. Ya viene el día.

Ya vienen los hijos de la aurora,

las criaturas de la mañana; los claros,

los despiertos, los activos, los diurnos;

los nuevos y futuros.

 

Acudid todos y alegraos;

hay buenas noticias. 

Contamos con vientos

favorables. Ahora avanzamos

hacia horizontes de luz.

 

11.

 

La audacia y el valor engendran

la victoria, y con la victoria

vienen la alegría, el goce, la felicidad…

Estos estados de ánimo son como

el síndrome  de la victoria, como

su cortejo. No aparecen sino

en la victoria (no los encontrarás

sino en la victoria).

 

12.

 

Los mundos del neolítico que ponen

en peligro nuestro ser vienen

de allende el tiempo. Son espectros

del pasado. Espectros que aún tienen

que ser masivamente derrotados.

 

Y lo serán; serán ampliamente vencidos.

Rayos veloces y certeros caerán sobre ellos.

Sucumbirán; se desvanecerán los fantasmas,

los simulacros. Y será una victoria colectiva,

y una alegría colectiva será. Ya vienen

las generaciones heroicas; los vientos

impetuosos, los futuros. En esta aurora.

Y vienen despiertos, ‘armados’, y decididos.

Hombro con hombro, y pie junto a pie,

y escudo con escudo, así avanzaremos.

 

Y que cada uno, en su puesto y en cada ocasión,

lance su dardo como si fuera el último.

 

13.

 

No nos apenemos. A pesar de todo

tenemos buenas noticias. Hay motivos

para la alegría. No más lamentos.

No necesitamos más información,

ya sabemos quién es el enemigo

de nuestro ser. Ya sabemos lo que

tenemos que hacer. Ahora se requieren

cantos de guerra y de victoria.

Que vengan los poetas y los filósofos

guerreros. Venceremos, fulminaremos,

purificaremos. Alegrémonos. Ya viene

la claridad, ya viene la luz,  ya viene el día.

Siento deseos de cantar, de saltar, de bailar. Eu!

 

 

*****

 

Saludos,

 

Manu 

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