Genogramas
LIII.
Manu
Rodríguez. Desde Gaiia (10/03/21).
*****
1.
Salir de los laberintos
conceptuales
del neolítico. La victoria sobre el neolítico
en los momentos presentes supondrá
la derrota de los aspectos más
sombríos
de nuestro pasado; será una
purificación.
Todo ha cambiado. Todos los mundos
del neolítico han perdido color y
sabor
(el sol, la luna, y las estrellas
del neolítico
han perdido su luz).
2.
El proceso de renovación cultural
que se ha dado en Europa ha puesto
a muchos pueblos con un pie en el
futuro.
Pues bien, ambos, los diversos
pueblos
y el radiante futuro, están
amenazados
y en peligro.
La nave Futuro escora, tiembla,
cruje; nos despeñamos, nos hundimos,
desaparecemos. Éste es el negro
futuro
que nos espera si nada hacemos.
Hemos de recuperar nuestro
horizonte,
nuestro rumbo; hemos de recuperarnos
a nosotros mismos.
Salir de ahí, de esto se trata;
de esa locura. Liberarnos,
verdaderamente. Des-alienarnos.
Dejar atrás. Renovarnos; renacer.
Sólo desde un mundo otro,
desde nuestro futuro,
venceremos.
3.
Para los libres y para los sometidos
escribo. Para que los libres cuiden
y protejan su libertad, y para que
los sometidos la recobren o alcancen.
4.
Un ejército en la sombra;
una sombra que avanza
cada día. Se extiende como
una patología social
por todos los rincones
del planeta. Puedo verlo
desde la atalaya.
Nada ni nadie,
de momento,
la detiene.
5.
Mundo desquiciado,
descompuesto, roto.
Perseverar en el ser supone,
aquí y ahora, vencer.
6.
Un viento impetuoso
seremos contra el mal;
contra nuestro mal.
Venceremos.
7.
Somos
los primeros de una nueva era;
somos
la aurora de este nuevo período.
Anunciamos
el futuro, somos el futuro.
No
va a sucumbir esta aurora, este futuro
en
ciernes, esta nueva primavera.
Somos
nuevos, y de ahí nuestro balbuceo.
No
acertamos a decir. No acertamos a decirnos.
No
tenemos nombre aún. El homo ‘nexus’.
Los
seres biosimbólicos nuevos.
Nuestra
voluntad de futuro no tiene igual.
Nada
ni nadie podrá con este
nuevo
día que inauguramos.
8.
Tarde
o temprano se responderá.
Será
masivo el clamor; universal.
Como
una súbita aurora.
El
impulso del ser que nos anima.
El
que nos mueve; el que nos lleva
hacia
adelante. El ser que somos;
ése
hablará y responderá. Ya se
advierte
su presencia; ya comienza
a
relumbrar en nuestras palabras
y
en nuestros actos.
Los
escollos que ahora nos detienen
serán
superados, dejados atrás;
vencidos.
Apenas si comenzamos
nuestra
singladura.
El
futuro es de este recién nacido,
de
esta nueva criatura, de este nuevo
ser
que ya ha logrado vencer
a
las serpientes que rodeaban su cuna.
Ningún
peligro espiritual del pasado
le acecha o le puede.
9.
No
es un ser sombrío el que nos alienta.
El
ser que nos asiste, y que somos, está
emparentado
con la luz.
Es
un ser luminoso y activo; y un ser
que
tutela y alienta la claridad, y la libertad.
Ya
recorren de nuevo nuestras
calles
estos magnos conceptos.
El
conocimiento, la verdad;
el
análisis, la crítica, la luz.
Libertad
para conocer, pensar,
decir;
amar, vivir, ser. Ya están
de
nuevo en nuestros labios
estas
sublimes consignas;
las
consignas de nuestro ser.
Son
consignas purificadoras,
fortalecedoras,
enriquecedoras.
Que
dignifican, que honran,
que
enaltecen; que entusiasman,
que
arrastran, que enamoran.
Que
vencen.
10.
Vientos de libertad me llegan;
vientos de alegría. El ser nuestro
se
levanta, se yergue; se despereza.
De nuevo nos alienta, nos empuja,
nos guía, nos protege. Nuestro
sublime ser, nuestro símbolo inefable.
Este levantarse, esta aurora,
esta claridad. Ya viene el día.
Ya vienen los hijos de la aurora,
las criaturas de la mañana; los claros,
los despiertos, los activos, los diurnos;
los nuevos y futuros.
Acudid todos y alegraos;
hay buenas noticias.
Contamos con vientos
favorables. Ahora avanzamos
hacia horizontes de luz.
11.
La audacia y el valor engendran
la victoria, y con la victoria
vienen la alegría, el goce, la felicidad…
Estos estados de ánimo son como
el síndrome de la victoria, como
su cortejo. No aparecen sino
en la victoria (no los encontrarás
sino en la victoria).
12.
Los mundos del neolítico que ponen
en peligro nuestro ser vienen
de allende el tiempo. Son espectros
del pasado. Espectros que aún tienen
que ser masivamente derrotados.
Y lo serán; serán ampliamente vencidos.
Rayos veloces y certeros caerán sobre ellos.
Sucumbirán; se desvanecerán los fantasmas,
los simulacros. Y será una victoria colectiva,
y una alegría colectiva será. Ya vienen
las generaciones heroicas; los vientos
impetuosos, los futuros. En esta aurora.
Y vienen despiertos, ‘armados’, y decididos.
Hombro con hombro, y pie junto a pie,
y escudo con escudo, así avanzaremos.
Y que cada uno, en su puesto y en cada ocasión,
lance su dardo como si fuera el último.
13.
No nos apenemos. A pesar de todo
tenemos buenas noticias. Hay motivos
para la alegría. No más lamentos.
No necesitamos más información,
ya sabemos quién es el enemigo
de nuestro ser. Ya sabemos lo que
tenemos que hacer. Ahora se requieren
cantos de guerra y de victoria.
Que vengan los poetas y los filósofos
guerreros. Venceremos, fulminaremos,
purificaremos. Alegrémonos. Ya viene
la claridad, ya viene la luz, ya viene el día.
Siento deseos de cantar, de saltar, de bailar. Eu!
*****
Saludos,
Manu
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