Sobre el nuevo período genocéntrico


El camino que abrió Darwin nos ha conducido a la sustancia genética (al ADN). Este descubrimiento nos hace pasar (a todos los grupos humanos) del fenocentrismo al genocentrismo. El centro se ha desplazado de la criatura al creador (de los fenotipos a los genotipos). La sustancia genética es la única sustancia viviente (‘viva’) en este planeta. Nosotros, pues, no podemos ser sino sustancia genética. Esta ‘revelación’ (esta
auto-gnosis) ha partido en dos nuestra historia sobre la tierra. Todo el pasado cultural de los humanos ha resultado arruinado, vacío, nulo... La ilusión antropocéntrica que nos ha acompañado durante miles de años se ha desvanecido. Se ha producido una mutación simbólica (en orden al conocimiento y a la conciencia de sí como sustancia viviente única); el cariotipo humano entra en un nuevo período de su devenir.

Esta aurora, este nuevo día cuyo comienzo presenciamos, alcanzará en su momento a todos los pueblos de la tierra. Pueblos, culturas, tradiciones, creencias… todo lo ‘humano’ desaparecerá. Viene una luz (un saber, una sabiduría) tan devastadora como regeneradora. Esta regeneración del cariotipo humano en el orden simbólico tendrá sus consecuencias. En un futuro no muy lejano hablaremos, pensaremos, y actuaremos, no como humanos sino como sustancia viviente única.

No hay filósofos aún, ni poetas, ni músicos, ni científicos… para este período genocéntrico que inauguramos. No hay nada aún para las nuevas criaturas, para la sustancia viviente única –en
esta nueva fase de su devenir. Nos queda la elaboración de una cultura, de un ‘mundo’ nuevo (digno de la naturaleza de nuestro regenerado, de nuestro recuperado ser). Queda todo por hacer.

jueves, 23 de septiembre de 2021

244) Genogramas LXVI

 Genogramas LXVI.

 

Manu Rodríguez. Desde Gaiia (23/09/21).

 

                                                                  *****

 

1.

Las nuevas sociedades post-humanas:

genocéntricas, ecológicas… 

Bases biocéntricas de la nueva cultura.

 

2.

Lo que importa desde ya no es el futuro

del hombre, sino el futuro de la vida.

La vida que somos. Nuestro futuro.

 

El camino hacia la vida, el camino

hacia nosotros mismos.

Regreso, retorno… vuelta, giro…

revolución. Remembranza. Catarsis.

 

3.

La sustancia viviente a si misma

se interroga, en sí misma. Interroga.

Inquiere. Quiere saber acerca de sí,

y acerca del mundo en el que ha venido a ser.

 

No como ser humano, sino como vida

se interroga. La vida tiene ahora la palabra.

 

4.

 No el hombre piensa, sino la misma

vida. Mis reflexiones son reflexiones

de la misma vida. El hombre, el fenotipo,

el soma, la criatura… ha desaparecido en mí.

 

Es preciso adoptar esta perspectiva.

Desde la misma vida. Situarse en el centro,

en el origen… Regreso al ser primero, y único.

 

Retorno, autognosis… La vida se recupera

a sí misma. Ya no en otro, por otro,

o para otro… Ya no alienada en sus criaturas,

sino centrada en sí misma.

Colocada; en su lugar. Desde sí misma.

 

5.

Saber de sí; saberse. Tenerse.

La vida a sí misma se tiene.

 

Aprehenderse. Advertirse.

La conciencia esencial, primera.

La conciencia de sí de la misma vida.

 

La vida ya nada desea porque

se tiene a sí misma. Nada deseo

porque me tengo a mí mismo.

El instante de la autognosis.

El instante misterioso. La revelación

del ser propio; del ser que se es.

 

El conocimiento de lo que somos

(de quienes somos) cambiará

la faz del planeta. El período

antropocéntrico, fenocéntrico,

desaparecerá. Ahora viene un período

milenario, centrado en la vida 

–biocéntrico, genocéntrico.

 

6.

La vida lleva millones y millones

de años palpando, ingiriendo,

recorriendo, aprehendiendo

este planeta nuestro. Llevamos…

 

7.

No debe confundirnos la complejidad

de nuestro sistema nervioso.

Es tan sólo un dispositivo elaborado

por la sustancia genética para llevarles

la información. Nuestros receptores

forman parte del sistema nervioso.

Cualquier senso-percepción

es transportada, por medios físicos

o químicos, al núcleo de las células

del cerebro que tienen como destino.

 

8.

La sustancia genética vive aislada

en el interior de sus organismos.

Avanza protegida, cubierta,

enmascarada si se quiere.

Si bien podemos decir

que no se oculta, tan sólo

se protege. Protege su ser,

su delicado y frágil ser.

 

9.

La vida confundida, anonadada,

disminuida, sofocada, alienada…

Ausente, sin saber, sin saberse.

El período antropocéntrico.

Pero antes también…

 

10.

El entorno esencial: el agua,

la tierra, el aire… los nutrientes.

Nuestro primer cuidado.

 

11.

Se trata de una guerra contra

el ‘hombre’. Destruir la ilusión

antropocéntrica. Derribar

ese monstruo. Prejuicios

neolíticos, arcaicos,

pre-genocéntricos...

que ponen en peligro

la misma vida.

Combatir todo eso.

 

Los deberes de los renacidos

a la vida. Contra el ‘hombre’.

 

Es una vía purificativa, purgativa.

El primer ‘hombre’ a derribar

de su pedestal es el propio

ser simbólico que se es.

El ‘yo’ cultural propio.

Deshacerlo, triturarlo,

reducirlo a polvo y cenizas.

  

12.

Morir como ‘hombre’ para renacer

como vida. Muerte espiritual, cultural,

simbólica. Abrir cancha a Xenus/Nexus.

 

El dos veces nacido.

Dioxenus/Dionexus. 

 

La unidad de todo lo viviente.

Lo Uno primordial. Nos.

 

Lo Uno primordial trasciende

no sólo etnias y culturas,

también especies. Más allá

de los cariotipos, de los fenotipos…

de las criaturas.

 

Fragmentos de lo Uno

primordial, esto somos.

 

A solas con el solo, con el creador.

A solas con nosotros mismos.

 

13.

Las ciencias de la vida son el camino

–el camino que a nosotros conduce.

 

Este camino, una vez comenzado,

ya no se puede abandonar.

Nosotros estamos ya en camino.

 

Un sólo paso más, el llegar a ser

conscientes del camino iniciado.

El camino de la vida. Tarde o temprano

la ‘humanidad’ en pleno (todos los pueblos

y culturas) se reconocerá en la sustancia

genética. Llegará a ser lo que es.

No importa cuánto tiempo se tarde.

El final es la autognosis colectiva, total.

No habrá residuos antropocéntricos.

 

14.

Ya no volveremos a ser los que éramos.

El viejo ‘homo sapiens’ ha quedado atrás.

Ya no volveremos a ser vagabundos.

 

15.

Ver al creador en la criatura.

El ‘alma’ en el cuerpo. El fondo,

el fundamento, el principio…

La esencia común; el ser común.

El ser que somos. La vida.

 

 El ‘hombre’ es el obstáculo

para tal ‘autorrealización’.

El “llegar a ser el que se es”

humano que ahora circula (Naess…)

es un obstáculo para la autognosis

de la misma vida.

 

Ha habido innumerables modelos

de ‘hombres’. Cada pueblo,

cada cultura, cada época…

 

Esos modelos de hombre nos sobran

absolutamente  –los modelos de hombre

del neolítico (en el que aún vivimos).

 

No salimos del neolítico. Y el tiempo apremia.

El futuro de la vida en la tierra está en juego.

La locura de los últimos tiempos…

la huida hacia delante de los ‘últimos hombres’…

 

 Coletazos del neolítico advertimos

tanto en la técnica desquiciada,

como en las soluciones humanas,

demasiado humanas, que se postulan

(Heidegger, Naess, Potter…).

 

*****

 

Saludos,

Manu

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